(2011) El sol seguirá rayando el alba, Conspiración de Células del Fuego

“El Sol Seguirá Rayando el Alba”

“El saber determina un proyecto,
cada proyecto es nuevo y determina sus momentos,
cada momento es nuevo, pero al mismo tiempo surge de
la memoria de todos aquellos que habían existido antes que ello.”

El Interior de lo Absoluto.

i) El comienzo

La O. R. Conspiración de Células del Fuego no empezó su acción desde la nada. No fue como si una línea recta había cortado el espacio/tiempo. Era una perspectiva que gritaba desde el pasado. La Conspiración constituyó una síntesis colectiva y conexión entre vivencias y puntos de vista de todos nosotros que participamos en ella, sacando valiosas conclusiones de las experiencias de proyectos subversivos y ataques en cuales hemos tomado parte en pasado.

Era nuestro deseo de hacer un paso más allá. No para subir algún escalón de una jerarquía informal del fetichismo de la violencia y sus medios, sino simplemente para avanzar, ir adelante y explorar nuevas perspectivas. Pasar de un “grupillo de amigos” a la organización, de lo ocasional a algo constante, de lo espontaneo a la estrategia.

En este recorrido tomamos postura crítica hacia el pasado, pero nunca le hemos deshecho como algo hostil. Somos engendro nativo de la anarquía, de sus momentos fuertes y de sus grandes vacíos. Además, la crítica y la auto-critica no tienen como objetivo poner fin a algo, sino al contrario: aspiran a evolucionarlo. El hecho que ahora no vamos a alargarnos con un equivalente resumen crítico no significa que tenemos miedo de reconocer a nuestros errores, sino porque en una tal búsqueda la distancia y sangre fría dan mejores consejos que la espontaneidad.

En ninguna fase de nuestra breve e intensa historia habíamos perdido la memoria colectiva del ámbito anarquista de cual venimos. Además, creemos que hemos descubierto algo que tenemos en común con los compañeros que empezaron la lucha antes que nosotros, que habían llevado a cabo sus propias batallas, habían sido detenidos, habían sido encarcelados, pero nunca agacharon sus cabezas. Hemos descubierto la no arrepentida pasión por la revolución que acopla historias y realidades de lucha de las diferentes décadas en una perspectiva común de la liberación individual y colectiva.

Desde esta perspectiva estamos forjando nuestro propio alfabeto. Hablando el idioma de acción directa propusimos abiertamente la cuestión de crear unas infraestructuras organizadas. Frecuentemente, el concepto de la organización nos extraña como anarquistas, porque lo consideramos como algo idéntico con la jerarquía, los papeles, la especialización, los “tú tienes que” y los deberes. Sin embargo, las palabras adquieren el significado que les dan las personas que las utilizan. Por lo tanto, hemos lanzado a la batalla el significado de organización anarquista revolucionaria bajo el nombre Conspiración de Células del Fuego.

ii) El camino de la chispa hacia la llama

Desde el primer momento hemos rechazado la idea de un modelo centralista y elegimos de movernos a base de la iniciativa individual que desea de colectivizarse. En las reuniones de organización surgieron cuestiones de coherencia, constancia, responsabilidad colectiva e individual, y de la acción directa que transforme nuestras palabras en actos. En la asamblea del grupo cada compañero tuvo la posibilidad de hacer su propuesta sobre algún plan de batalla, para que asi se abriese un debate en torno de ese tema, de la coincidencia del tiempo, análisis política, problemas operativos del objetivo debidos a su ubicación. Durante tales discusiones no hubo ninguna garantía que llegaremos a un acuerdo. Algunas veces se desarrollaba una fuerte dialéctica de la argumentación opuesta, relacionada sobretodo con la estrategia de las prioridades temporales, mientras que muy frecuentemente llegaban más que una propuesta, y entonces tuvimos que elegir cuales vamos a seleccionar y cuales se quedaran en “el almacén” para ser elaboradas en el futuro. Era un proceso que nos permitió abrir más a nuestras mentes, ampliar nuestras percepciones, íbamos aprendiendo de las diferentes experiencias de cada uno, íbamos defendiendo vigorosamente a nuestras opiniones, supimos de reconocer a nuestras errores, entendíamos el concepto de dar forma a algo juntos, estuvimos conscientes de la necesidad de tener una estrategia, y lo más importante de todo, hemos creado relaciones que no fueron “profesionales” y hechas en el nombre del objetivo de la revolución, sino relaciones de amistad, verdadero compañerismo y autentica solidaridad.

Amamos lo que hacemos porque nos contiene en toda su esencia. Por esto la Conspiración no es sólo todos nosotros juntos, pero también cada uno de nosotros aparte. Así, hasta en los casos en que no hubo un acuerdo colectivo sobre alguna movida, no hemos recurrido a la “mendicidad” de un democrático predominio de la mayoría. Al contrario: la minoría de compañeros que insistía en llevar a cabo tal ataque tomaba una iniciativa autónoma que ponía en marcha su opción. Eso ocurría paralelamente con el resto del colectivo, el que, si se precisaba, en algún momento les apoyaba y naturalmente formaba parte de la organización.

Por esto en bastantes de las reivindicaciones hay firmas (Fracción de los Nihilistas, Comando Respiro de Terror, Grupo Guerrillero de Terroristas, etc.) que eran resultado de cada iniciativa. En segunda fase, después de llegar al acuerdo, sea como todo el colectivo o sea como una iniciativa, se iba planteando el golpe. Cada uno de nosotros contribuyó con sus saberes, se iba colectando informaciones de los diarios, periódicos y Internet, se realizaba el reconocimiento y cartografía de la zona en que se iba a hacer la acción, se planeaba el trayecto hacia el objetivo (evitando cámaras, bloqueos policiales), como también la huida desde allí, con rutas alternativas en caso de algún acontecimiento imprevisible y naturalmente considerando la eventualidad de enfrentamiento con los maderos, ademas la existencia de grupos de apoyo, “escondites”, medios de primer auxilio, etc. (En un futuro manual vamos a desarrollar analíticamente nuestras experiencias que tienen que ver con nuestra percepción sobre lo que pasa durante la realización de un ataque).

En tercera fase (que no era para nada recortada de la propuesta inicial sobre la selección de un objetivo) íbamos trabajando sobre el texto del comunicado. Cuando se abría un tema (por ejemplo ataque contra la policía), el compañero que trajo la propuesta argumentaba sobre el contenido. Luego se abría una discusión en que cada uno rellenaba el concepto, estaba en desacuerdo, exponía dificultades, ofrecía otras maneras de abordar el tema… Apenas terminaba la debate, cuantas que sean reuniones necesarias para terminarla, el colectivo ponía junto los sentidos centrales de todas esas charlas y configuraba los ejes sobre las cuales se escribía el comunicado. Frecuentemente, el comunicado con tema asignado se repartía entre los que tenían ganas de asumir escribirlo y después de acabar la movida, nos íbamos reuniendo todos para leerlo, hacer correcciones, adiciones y la aplicación final. Cuando se trataba de una iniciativa eso asumía la iniciativa misma.

Lo mismo pasaba también con los compañeros de Tesalónica, mientras que cuando íbamos colaborando como Conspiración de Células del Fuego Atenas/Tesalónica hubo compañeros de uno y otro lado que coordinaban la acción, a base de los principios de reciprocidad y compañerismo.

iii) “Todo para todos”

Por supuesto que conozcamos el peligro que acecha a cada proyecto colectivo que quiere llamarse antiautoritario. Estamos hablando sobre la aparición de unas hegemonías informales y sobre la reproducción de podredumbre de comportamientos, los cuales somos enemigos. Consideramos que el principio del Poder es la división. Para eliminar la posibilidad de que surgiese cualquier jerarquía informal dentro de nuestro grupo, hemos golpeado directamente al corazón de la especialización y en contra de los papeles en el mismo momento en que esos se engendraban. Dijimos: “Todas las cosas son para todos”. Todos pueden aprender y buscar maneras de robar coches y motocicletas, fabricar placas de matrícula, falsificar carnets de identidad y papeles oficiales, expropiar productos y dinero, tirar al blanco, usar armas y explosivos.

Por esto era y sigue siendo importante para nosotros que los métodos y los medios que utilizamos en nuestras acciones sean sencillos y relativamente fáciles de hallar y confeccionar, para de este modo poder ser difundidos y cada uno quién quiera elegir de moverse hacia la nueva guerrilla urbana podría apropiarse de ellos. Gasolina, bidones, bombonas de camping gas, candelas que cualquiera puede fácilmente obtener en el supermercado, pero también improvisados mecanismos de relojería que, tras la correspondiente búsqueda en libros técnicos, manuales accesibles en Internet y un poco de la fantasía innovadora, cada uno sea capaz de fabricar.

Ciertamente, no olvidamos que mientras que “todo es para todos”, cada uno tiene sus propias capacidades aparte, su inclinación personal, y sería error de meterlo bajo del pavimento de la equiparación. Con el guía siendo el deseo y el entendimiento mutuo, cada uno asume de hacer lo que le siente más en completo. Si por ejemplo alguien sea un bueno conductor o tiene capacidades de ladrón, o tal vez un “toque” para escribir, eso no significa que sus capacidades creativas sean reprimidas por el bien de una falsa equiparación colectiva. Lo que cada compañero debe que hacer es ofrecer sus capacidades y su metodología al resto de los compañeros, y debe hacerlo sin “sacrificar” su participación. Aun mejor si eso puede pasar en una manera más amplia, sobrepasar también los estrechos marcos de un colectivo, hacerlo accesible para el conjunto del corriente antiautoritario, por ejemplo tras publicación de manuales prácticos, como los que sacaron algunos compañeros alemanes y que contenían toda una serie de las maneras de fabricar artefactos explosivos.

Además, en nuestra acción nunca existen unos papeles fijos e irrevocables. Sin que acudiéramos a unos cíclicos cambios de tarea, que recuerdan a algún horario obligatorio, todos los compañeros hemos usurpado una base común que nos permitió poder de asumir cualquier tarea durante un ataque, en cualquier momento. Naturalmente, el proceso de perfeccionarse a sí mismo en el uso de materiales y técnicas, es como educarse a sí mismo: nunca acaba…En este punto queremos subrayar que consideramos como crucial, al mismo tiempo que el desarrollo de la capacidad operativa del grupo, desarrollar también el punto de vista revolucionario. En ninguna fase de la historia se debe elegir de subir el grado en el nivel de una estéril operatividad estratégica, sin que se subiese el grado, se profundizase el pensamiento y el discurso, como naturalmente tampoco debe ocurrir algo al revés. Así, no tenemos ningún centro directivo que reparte los papeles: lo que hay son sólo unas tareas particulares durante un plan en concreto, unos puestos los cuales se van cambiando según las ganas de los compañeros que toman parte en ello.

iv) Guerrilleros de la vida

Igualmente, siempre consideramos que una organización no obliga a exclusividad los compañeros que formen parte de ella. Nuestra acción no empieza, ni tampoco se acaba dentro de los marcos de un grupo. El grupo es el medio para la revolución y no el fin por sí mismo. Porque cuando el medio se convierte en su propia razón de ser aparezcan las “enfermedades”: el vanguardismo, el partido armado y la verdad exclusiva ortodoxa.

Tras la Conspiración de Células del Fuego decimos lo en que creemos, decimos quiénes somos y cual tendencia representamos, pero en ningún caso decimos que alguien tiene que precisamente seguir una supuesta línea recta o participar en nuestro grupo para que le reconociéramos como compañero.

De este modo también nosotros mismos hemos tomado parte en procesos aparte de la Conspiración, nos hemos juntado en redes coordinadoras de acción, asistido en asambleas, algunos participaron en marchas y demostraciones, fuimos apoyando actos de sabotaje y ataques, íbamos pegando carteles y pintando consignas, y nunca pensamos que una movida es superior que la otra. Porque la polimorfia de la guerra revolucionaria constituye una apuesta abierta y permanente, alejada de los fetichismos espectaculares (el abordaje de la lucha armada como importancia única) y fijaciones condenatorias (persistencia en el carácter cuantitativo de “masividad” como criterio de un revolucionario pleito judicial). Por el contrario, nos ponemos directamente en contra y somos enemigos de la “polimorfia” de los cotilleos en las cafeterías, los discursos en anfiteatros de universidades, los papeles del liderazgo y sus seguidores, todos esos conservadoras fósiles de dogmatismos y hábitos que están parasitando dentro del ámbito anarquista y quieren guiar a los compañeros jóvenes, sabotearlos, no permitiéndoles que creasen su propio, autónomo y evolutivo, camino en el proceso revolucionario.

Además, creemos que el concepto del guerrillero urbano anarquista no es una identidad aparte que uno tiene encima sólo cuando realiza un ataque armado. Al contrario: consideramos que se trata de unificación de la vida privada y pública de cada uno en marcos de la liberación total. No somos anarquistas sólo cuando tiramos un molotov en la lechera de antidisturbios o cuando llevamos a cabo expropiaciones, o colocamos un artefacto explosivo, sino lo somos también en la manera en que hablamos con nuestros amigos, en que nos preocupamos por nuestros compañeros, nos divertimos, nos enamoramos…

No somos combatientes alistados al deber de la revolución, sino guerrilleros del gozo, los que vemos la conexión entre la rebeldía y la vida como pre-condición necesaria para tomar la acción. Por esto creemos que no hay una “línea correcta” que se debe que seguir. Durante los últimos años, por ejemplo, los grupos de nueva guerrilla urbana frecuentemente propusieron la cuestión de atracos/expropiaciones de la maquina bancaria como un ataque mas contra el sistema. En comunicados-reivindicaciones de ataques se hace fuerte propaganda del rechazo al trabajo tras asaltos y robos dirigidos en contra del corazón de la bestia capitalista, los bancos, con el objetivo siendo por un lado la liberación individual de chantaje de 8 horas de la esclavitud asalariada y por otro lado, la apropiación colectiva y el acceso directo del dinero para necesidades de infraestructuras y proyectos revolucionarios.

De este modo se va apartando del escenario las viejas fijaciones éticas de la guerrilla urbana, que raras veces se posicionaba en público sobre la cuestión del robo revolucionario de un banco. Consideramos que hoy en día bastantes de los discursos y prácticas de la nueva guerrilla urbana se opusieron, de una manera claramente ofensiva, tanto contra el moral de trabajo para los jefes como también contra el depredador mecanismo bancario, proponiendo la expropiación armada como un acto liberador, y obviamente no como un medio de hacerse rico.

A pesar de esto, no consideramos que la expropiación de bancos sea pre-condición necesaria para que alguien participase en la nueva guerrilla urbana. Hay una revolución, pero miles de maneras en que puedes tomar la acción revolucionaria. Otros compañeros puede que van a elegir de realizar expropiaciones colectivas de los templos del consumo (supermercados, centros comerciales) para la recuperación individual de lo “robado” y utilizarles para las necesidades materiales de cada uno, así evitando de decir “buenos días” al jefe y aceptar los órdenes del superior, mientras que otros participaran en los sindicatos de base, manteniendo sus consciencias en una formación en pie de guerra como cuchilla afilada para abolición final de cada forma del trabajo que hace ricos a los jefes y empobrece a nuestra dignidad.

Lo mismo creemos también sobre la cuestión de una voluntaria “salida” hacia la clandestinidad. No nos inspira ninguna fetichización del ilegalismo. Consideramos que cada uno actúa de acuerdo con sus deseos y ganas. Naturalmente, cada opción tiene sus propias calidades y virtudes, tanto como sus desventajas. Es un hecho que si un grupo voluntariamente elije de pasar a la clandestinidad (“desaparición” del entorno familiar y de amigos, papeles falsos, etc.) seguramente levantara su blindaje del ojo enemigo. Sin embargo, al mismo tiempo su conexión social con el mas amplio ámbito radical se esta recortando y así se pierde, hasta cierto punto, el sentido de interacción. Naturalmente no sucede lo mismo cuando hay razones objetivos para pasar a la clandestinidad (ordenes de captura, precio puesto a cabeza de uno, etc.): en tal caso la clandestinidad es el refugio ofensivo de los que estén en punto de mira de la ley. Paralelamente esto crea la necesidad de que existiesen unas infraestructuras de apoyo, tanto entre los grupos guerrilleros mismos como dentro del ámbito antiautoritario, que van a “cubrir” las huellas de compañeros en busca y captura. Todo eso por cierto que tiene como su pre-condición necesaria la conspiratividad y la discreción. Conceptos que frecuentemente sean afrontados como “malparados y anticuados”, pero nosotros opinamos que debemos lanzarles de nuevo puntiagudos a la batalla. Esta claro que en el caso en que los compañeros de un grupo guerrillero elijen de estar, con una interactiva constancia, participando en procesos asambleístas y movimientistas, tomando parte en debates y creando junto con otros unos proyectos que descubren puntos comunes, deben de resguardar el carácter hermético del grupo de los oídos astutos y bocas grandes. Por tanto, también su postura en general tiene que ser discreta y deben de evitar exageraciones ensordecedoras que les convertirán en unos “imanes”para la policía y bastardos de la antiterrorista. Teniendo la auto-critica a nuestra disposición debemos decir que el hecho de que muchos de nosotros han actuado completamente al revés en lo que se refiere a eso, mas la podredumbre de ciertas conductas que sobresalen en el ámbito anarquista, han “guiado” a algunas operaciones policiales hacia nosotros. Sea que sea, la auto-critica precisa un suelo firme para desarrollarse y poder ofrecer sus explicaciones, y el texto presente no esta apropiado para tal cosa. Vamos a volver en futuro.

v) La Conspiración de primera fase y la propuesta por la “nueva” Conspiración

Hoy en día pues, la guerrilla ya se fugó de las paginas de libros que hablan sobre décadas pasadas y ha salido a las calles haciendo sus salvajadas. Porque la guerrilla urbana no ofrece la libertad tras una utopía sino permite el acceso a una libertad inmediata. De este modo, cada persona empieza de definirse a si misma y liberarse de pasividad de la sociedad.

Actualmente por todas partes hay ruidos, los maravillosos ruidos de grandes destrozos y del discurso revolucionario que sigue a las explosiones realizadas contra objetivos del Dominio. Una decidida armada de grupos anarquistas que prenden fuego a la tranquilidad en medio de la noche, grupos con nombres que reflejan el “menú” que ofrecen al sistema ( en Atenas: Actitudes Divergentes por la Difusión del Terrorismo Revolucionario, Guerreros del Abismo/Complicidad Terrorista, Combatientes de Conciencia Revolucionaria, Formación Guerrillera Lambros Foundas y en Tesalónica: Guerreros del Caos, Célula de Solidaridad Ofensiva, Célula Incendiaria del Ataque, Planteamientos del Desorden Nocturno, Célula “Fuego a las Fronteras”, Célula de Conciencia Combativa, Célula de Solidaridad Revolucionaria, etc.), mientras que bastantes de esos grupos están también cómplices en la alianza de Frente Revolucionario Internacional/ Federación Anarquista Informal, experimentando con un nuevo e internacional proyecto liberador.

A nosotros, los que asumimos la responsabilidad como miembros de Conspiración de Células del Fuego, no nos intimidan las decenas de años de cárcel que guardan para nosotros sus juzgados. Para empezar, creamos un colectivo activo dentro de la cárcel.

Sabemos que para nosotros una primera fase de la lucha se ha cumplido. Sin embargo, sabemos que nada se acaba. Conspiración no se queda desarmada. Sigue siendo una apuesta valida en la cárcel, pero también una propuesta abierta al sector antagonista de la metrópolis.

Conspiración de Células del Fuego se había comprobado como una red de células, justo como lo dice su nombre. En este momento no pretendemos de hablar en torno de su recuento operativo, mas bien queremos desenrollar su perspectiva política.

Pensamos que la apuesta por una nueva Conspiración puede cumplir, de un modo mas completo, la esencia de su nombre. Por esto abrimos una posibilidad haciendo propuesta. Una nueva Conspiración podría constituir una difusa y invisible red de células que no tienen porqué conocerse entre si personalmente, sino tras sus acciones y sus discursos se reconozcan como compañeros en el mismo crimen político, el de la subversión del Orden y la Ley. Una Conspiración que podría ser formada por individualidades y células que toman la acción, sea de manera autónoma o coordinada (tras llamamientos y comunicados), sin que estén de acuerdo en lo que se refiere a totalidad de sus posiciones y sus particulares puntos de referencia (por ejemplo sobre nihilismo, individualismo), pero mas bien se conecten entre si a base del apoyo mutuo enfocado en tres puntos claves.

El primer punto que proponemos en ese debate informal es el acuerdo sobre la opción de acción directa, con cualquier medio esa sea capaz de causar daños a la infraestructura del enemigo. Sin jerarquización alguna de los medios de violencia, compañeros pueden elegir desde la piedra hasta el Kalashnikov. Sin embargo, la acción directa por si misma es sólo un incidente más en el boletín policial, por esto siempre debe ir acompañada por un correspondiente comunicado que asume la responsabilidad de tal célula o individualidad, y explica las razones del ataque difundiendo ademas un discurso revolucionario. Ademas, la pluma y la pistola del mismo metal están hechas. Aquí vamos a recordar que Conspiración de la época que ya se completó, nunca despidió a los medios incendiarios de su arsenal. Sería ingenuidad si algún compañero joven pensase que el uso del nombre de una nueva “Conspiración” por su parte sea condicionada por la utilización de los medios supuestamente superiores (por ejemplo explosivos). La nueva guerrilla urbana depende mucho menos de los medios operativos y mucho más de nuestra decisión de atacar al Poder.

Segundo punto clave del acuerdo es que la guerra contra el Estado sea llevada a cabo ejerciendo al mismo tiempo la dura crítica contra la sociedad. Siendo anarquistas revolucionarios no hablamos sólo sobre la desgracia provocada por el Poder y la oligarquía de los dirigentes, sino también ejercimos una mas compleja critica al modo en que los oprimidos aceptan y reproduzcan las promesas de felicidad y consumo que les ofrecen sus jefes.

El hecho que llevamos a cabo una lucha contra el Estado no significa que fingimos no ver a ese difuso complejo del poder que gestiona a las actuales relaciones entre personas. Y eso porque frecuentemente el discurso antiautoritario adapta un concepto como el del Estado, lo generaliza y así despoja de la responsabilidad al resto de la gente que forma parte de la sociedad. De este modo, se esta creando un punto de vista estéril que proclama como sujetos revolucionarios a unos sectores sociales enteros, sea el proletariado o los oprimidos, sin que buscase la responsabilidad individual que cada uno tiene en la esclavización de nuestras vidas.

“El Estado no es algún tipo de fortaleza. No puedes encontrar aquella puerta que te llevara a alguna maquina, motor. Alguna maquina que puedes apagar cerrando el interruptor. No se trata de una bestia que puedes matar golpeándola en el corazón. Es algo diferente. Podríamos compararlo con un complejo, una red constituida por miles de maquinas e interruptores. Esa red no se impone a la sociedad desde arriba, sino esta esparcida dentro de ella. Se extiende hasta los ámbitos de la vida privada. Alcanza y toca a la célula de sentimientos. Moldea a las conciencias y sea moldeada por ellas. Conecta y une la sociedad. Se alimenta y sea consagrada por ella. Una continua transacción de valores y modelos…En este juego no haya grada. Cada uno tiene papel activo.”

(Kostas Pappas “Sin vuelta”)*

El enemigo esta en cada boca que habla el idioma del Dominio. No se encuentra sola y exclusivamente en una u otra clase social o raza. No se trata sólo de los dirigentes y toda esa dictadura de corbata y barriga grande. Lo es también el proletario que aspira a ser jefe, el oprimido de boca del cual gotea el veneno del nacionalismo, el inmigrante que glorifica la vida en la civilización occidental y con los suyos se comporta como un pequeño dictador, el preso que delata otros a los funcionarios, cada oído que da la bienvenida al Poder y cada conciencia que le tolera.

No creemos en una ideología de victimización según cual el Estado tiene toda la culpa. Los grandes imperios no fueron construidos sólo sobre la opresión, sino también sobre el consenso del muchedumbre que aplaude en las eternas arenas romanas de cada cual dictador. Por el contrario: para nosotros el sujeto revolucionario es cada uno que se libere de las obligaciones del presente, cada uno que cuestione el dominante orden de las cosas y tome parte en el crimen de la búsqueda por la libertad.

Por esto nosotros como Conspiración de primera fase no tenemos un carácter representativo y no procedemos a ninguna acción que sea hecha en el nombre de alguna clase o como defensores de “la sociedad oprimida”. Se trata de nosotros mismos porque cada persona rebelde es un sujeto revolucionario en una revolución que habla siempre en la primera persona para luego construir un genuino y colectivo”nosotros”.

La tercera clave del acuerdo y de nuestra propuesta que tiene que ver con la posibilidad de montar una nueva Conspiración, es la solidaridad revolucionaria internacional. Es verdad que en nuestro deseo de poner todo lo que somos para crear momentos del ataque en contra del orden de ese mundo, puede ser que algunos de nosotros van a perder sus vidas y bastantes quedaran detenidos. Eso “nosotros” no se refiere a Conspiración ni tampoco a alguna otra organización, sino tiene que ver con cada persona insurrecta, sea que esa forma parte de un grupo guerrillero o sea que actúa de manera individual en su camino hacia la libertad. Entonces, tanto deseo nuestro como Conspiración de primera fase como también nuestra propuesta a cada célula nueva es que se exprese con toda la fuerza una solidaridad revolucionaria. Una solidaridad que puede gritar tras textos, acciones armadas, ataques y sabotajes, para de este modo llegar a los oídos de compañeros perseguidos y encarcelados, no importa lo lejos que estén.

Una solidaridad que no presupone la identificación política absoluta entre solidarios y acusados, sino simplemente el hecho de compartir reconocimiento que estamos del mismo lado de la barricada. Que reconozcamos uno al otro en la lucha, como a un cuchillo más clavado en el costado del Poder. Por esto proponemos que se apoye a Federación Anarquista Informal/ Frente Revolucionario Internacional, que puede funcionar, como ya lo habían demostrado los compañeros italianos de FAI, como una fuerza motriz.

A partir de aquí y mas allá, cualquier compañero que esta de acuerdo, obviamente sin tener que identificarse, con esas tres claves del acuerdo informal que estamos abriendo, puede, si lo quiere, usar el nombre Conspiración de Células del Fuego en conexión con la célula autónoma que he montado él mismo. Como en el caso de compañeros holandeses que sin que nos conozcamos personalmente, pero en el marco del acuerdo sobre el discurso y la practica, atacaron a las infraestructuras del Dominio (incendio de la sede de Rabobank y ataques hacker), y asumieron la responsabilidad como Conspiración de Células del Fuego/ Célula de Holanda.

Consideramos que una semejante red de células carente de estructuras centralistas sea capaz de ir más allá de los límites propios de unos planteamientos individuales y de experimentar las verdaderas posibilidades de una coordinación revolucionaria entre estructuras autónomas y minoritarias. Estructuras que sin conocerse personalmente sean capaces de organizar campañas incendiario-explosivas en toda la Grecia, pero también al nivel internacional, comunicándose tras sus reivindicaciones.

Obviamente, puesto que los tiempos están sospechosos, debemos que aclarar algo. Acciones que sean reivindicadas como CCF/Célula tal o cual, pero no tendrán en su contenido ninguno de los puntos que habíamos puesto en la mesa, y ademas no tomarán las precauciones necesarias para evitar que se causasen “daños” otros que aquellos intencionados por el dicho sabotaje, con certeza despertaran a nuestras sospechas, dejando abierta la posibilidad de que provienen del Estado.

Volviendo a nuestra propuesta, ese “anonimato” de los contactos personales puede reforzar al carácter cerrado de las células autónomas, puesto que para la policía sea mas difícil atacarlas. Hasta que el arresto de una célula que forme parte de la nueva Conspiración no podrá llevar a las autoridades persecutorias a las células restantes, como ocurrió con el conocido “efecto de domino” que tuvo vigencia en ciertas ocasiones de nuestra propia época.

Naturalmente, tanto como en el pasado, la aparición de unos sucesos que no habíamos creado nosotros, los compañeros de la primera fase, nunca nos impidió de públicamente expresar nuestro apoyo o nuestra critica, así también ahora justo lo mismo vale si los nuevos compañeros eligen de utilizar el nombre de la organización. Sin la necesidad de conocerse uno al otro, tras las reivindicaciones de ataques se puede lanzar un debate abierto sobre reflexiones y problemas que hasta si disponen de una óptica diferente, seguramente siguen mirando hacia la misma dirección, la de revolución.

Por lo tanto, nosotros los compañeros de primera fase asumimos ya la responsabilidad por el discurso que produzcamos dentro de la cárcel, y ese tiene nuestra firma como Conspiración de Células del Fuego acompañada por nuestros nombres.

Una “Conspiración” nueva mantendrá y guardará su habitual independencia trazando a su propia historia de lucha. Ciertamente, esa continuación significativa une los puntos en el mapa de la rebeldía, relacionados al rastreo de la destinación final: la revolución.

vi) El epilogo que todavía no fue escrito…

Tras nuestra acción promulgamos una revolución que nos toca directamente a nosotros y contribuimos a la destrucción de esa sociedad burguesa, teniendo como objetivo no sólo el derribo de los ídolos del Poder sino también el derrocamiento total de la actual idea sobre el placer material y sus ilusiones.

Sabemos que esta búsqueda nos conecta a mucha otra gente en todo el mundo, a los cuales tras este folleto queremos enviar nuestros saludos de lo más calurosos: Conspiracy Cells of Fire en Holanda, FAI (Italia), FLT-FLA (ELF México), Praxedis G.Guerrero (México), ELF (Rusia), los anarquistas de Bristol (Inglaterra), Argentina, Turquía, el “Autonome Gruppe” (Alemania), Comando Vengativo 8 de Diciembre (Chile), los compañeros en Suiza, Polonia, España, Londres y todos los cuales hemos omitido, ahí donde florece el rechazo a ese mundo.

Ese texto no tiene un epilogo. Porque las praxis seguirán alimentándolo y cambiándolo continuamente. Haremos solamente una pequeña parada acabando con las palabras que dijeron algunos:

“Es un momento estupendo aquello en que se pone en marcha el ataque contra el orden del mundo. En el imperceptible, casi, principio ya supimos que muy rápidamente, pase lo que pase, nada será lo mismo que antes. Es una carga que empieza despacio, acelera su marcha, pasa el punto después de que no haya vuelta y va irrevocablemente estallarse contra eso que parecía inexpugnable. En contra de eso que era tan sólido y tan fortificado, pero a pesar de todo también destinado a caer derrumbado por el desorden y disturbio. (…) En este camino nuestro muchos cayeron muertos o detenidos, y quedaron prisioneros en las manos del enemigo, otros tantos se apartaron de la batalla o quedaron heridos, y de este modo no van a reaparecer más en tales encuentros. También es que a algunos les falta el valor y así se retiraron. Pero me atrevo de decir que nuestra formación nunca se había declinado de su linea cuando tuvo que llegar al corazón mismo de la destrucción”.

Conspiración de Células del Fuego

Gerasimos Tsakalos
Olga Ikonomidou
Haris Hadzimihelakis
Hristos Tsakalos
Giorgos Nikolopoulos
Mihalis Nikolopoulos
Damianos Bolano
Panagiotis Argyrou
Giorgos Polydoros

Nota de traducción:
* Kostas Pappas era un compañero anarquista afín que murió hace 4 años en un accidente de tráfico. Selección de sus escritos fue editada como el folleto póstumo “Sin vuelta”.