Comunicado de Felipe Ríos a 7 años del caso «21 de mayo»

(Recibido al correo informativoanarquista@riseup.net)

«La tortura nos imponía su lenguaje y terminamos apretándonos las
clavijas unxs a otrxs»
Una dura batalla por los recuerdos. Margrit Schiller.

A pesar de que el poder busque vernos sometidos y derrotadxs, la
reflexión y la crítica es algo que no nos pueden arrebatar, por más
castigos ejemplificadores u órdenes de busca y captura que utilicen
contra quienes osan enfrentarse este sistema de dominación. Aunque cada
experiencia es única, intercambiar y discutir las vivencias tras las
rejas puede ayudar a otrxs compañerxs a contar con mejores herramientas
que las que yo tuve al llegar aquí.

Aterrizar en prisión es un proceso muy difícil cuando no manejas
conocimiento real y previo a lo que te enfrentas. Llegar solo a un patio
sin conocer a nadie, dificulta aún más el proceso. Los presos bandidos
tienen construido un esquema bien definido de “cómo debe funcionar la
cárcel”, faltar a sus códigos por no entenderlos o por no conocerlos
puede agravar aún más el estar dentro de los muros.

La vida política en la cárcel es muy diferente a lo que acostumbraba.
Los códigos carcelarios son autoritarios, violentos y cosificadores. La
ideología de la mercancía y la filosofía de la cuchilla es lo que domina
aquí. El no ser absorbido o arrastrado por esta lógica es lo que termina
siendo la praxis cotidiana mientras tratas de posicionarte como presx
políticx.

Sobre esto pienso que es importante la claridad política al estar aquí
ya que pueden generarse distorsiones al confundir comportamientos de la
vida bandida y narcotráfico, con los gestos anárquicos solo por ir en
vías ilegalistas. Así también creo importante no caer en la reproducción
propagandística e idealización de conductas autoritarias y mercantiles
propias del mundo del bandido y el narcotráfico. Tener un pensamiento
crítico propio y mantener claridad en las ideas aporta en construir una
propia identidad en prisión.

El tiempo que llevo en la cárcel me ha enseñado que es importante
potenciar redes entre presx políticxs y vínculos con presxs que
reconozcan la existencia de lógicas y códigos diferentes a los
autoritarios que ellos reproducen, ya que la comunicación y solidaridad
entre nosotrxs como presxs y las redes externas a estos muros son
vitales para una lucha anti carcelaria que haga retroceder los
tentáculos del poder que buscan dominar, silenciar y aislar nuestrxs
cuerpxs secuestradxs como también la totalidad de estos territorios
carcelarios.

Todas las acciones y gestos solidarios públicos o anónimos que rompen el
silencio, anulan las distancias y sacan del olvido a lxs compañerxs
presxs y fugadxs, constituyen un golpe de fuerza moral y una bocanada de
oxígeno para quienes resistimos esta asfixiante sociedad carcelaria.

Envío desde este encierro un saludo fraterno y revolucionario a todxs
lxs compañerxs que se encuentran en prisión, en especial a aquellxs que,
en diferentes casos, dentro de lo próximo enfrentaran juicios. De igual
forma al pueblo mapuche que combate permanentemente. A Luis Tranamil y
sus compañeros perseguidos por el Estado que busca utilizarlos en sus
típicos juegos justificando el aumento de violencia policial y
jurídicas.

Para finalizar aprovecho de enviar un apretado abrazo lleno de
convicciones a mis compañerxs que se mantienen en clandestinidad. Que la
complicidad y la solidaridad no les sean esquivas en el camino y que con
sus actos sigan burlando la autoridad.
Decirles que mi mayor dolor es no estar con ustedes y que mi mayor
alegría es su libertad. Acostado y mirando el techo de esta pequeña,
fría y nunca acogedora celda les recuerdo estallando en risas cuando más
les necesito.

¡Libertad a todxs lxs presxs políticos!

¡Solidaridad revolucionaria y permanente con lxs compañerxs en fuga!