En la noche del lunes 23 de octubre, otra infraestructura energética fue blanco de un atentado en la región de Múnich. Independientemente de lo que piensen los partidarios del capitalismo verde, tras el triple incendio provocado en una central geotérmica en construcción en Polling (a unos 50 km al este de Múnich) la noche del 2 de octubre, esta vez fueron las grandes tuberías utilizadas para duplicar otra línea de energía geotérmica las que fueron atacadas al sur de la capital bávara.
La primera alarma se produjo hacia las 20.30 horas en Egling, municipio de la periferia sur de Múnich, cuando una retroexcavadora quedó envuelta en llamas, destruyendo otros equipos de la obra. Más tarde, hacia las 23.30 horas, los detectives de la policía local descubrieron daños de una magnitud completamente distinta un poco más lejos, en Grünwald. Desde hace algún tiempo, Erdwärme Grünwald está construyendo una nueva línea de tuberías de 4,7 kilómetros que discurre por caminos forestales y senderos a través del bosque Perlacher, hasta el enorme complejo de estudios cinematográficos de Bavaria Film. Aunque la historia recuerda que aquí se rodó el famoso largometraje La gran evasión (que dañó gravemente el bosque y llevó a la productora a comprar… ¡2.000 semillas de árboles para reponerlo!), esa noche fue sinónimo de gran desesperación para Andreas Lederle, director genral de la empresa de energía geotérmica.
Se produjeron tres incendios en las zanjas del nuevo gasoducto en construcción, cada uno de ellos a unos 400 metros de distancia, que causaron daños estimados en 500.000 euros en los tres tramos siniestrados. «El atentado retrasó la obra varios meses», afirmaba el directivo al día siguiente en la prensa local, en particular porque las válvulas de cierre habían quedado destruidas, y el plazo de entrega de este material específico es especialmente largo. Se trata de un jefe con amplitud de miras, ya que, a falta de reivindicaciones, no sospecha que los «opositores a la geotermia» estén detrás de este ataque, sino que se contenta con señalar con el dedo a «quienes perturban por principio el sistema de nuestra sociedad». Se hace eco de esta opinión el hombre cuya única felicidad reside en servir a la dominación, el alcalde de Grünwald, quien afirma que «a estos criminales sólo les interesa destruir por destruir».
En cuanto a la policía, la investigación se confió a la Sección Criminal de la Seguridad del Estado de Munich.
[Síntesis de los periódicos regionales alemanes (Süddeutsche Zeitung & Merkur), 24 de octubre de 2023].
Traducido por Informativo Anarquista
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