(Italia) Declaraciones de Anna Beniamino y Alfredo Cospito en el tribunal de apelación de Turín (19 de junio 2023)

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El 26 de junio de 2023 a partir de las 12 del mediodía se realizarán las réplicas y posteriormente se emitirá sentencia. Recordamos que el fiscal general Saluzzo vuelve a pedir ergastolo y 12 meses de aislamiento diurno para Alfredo y 27 años y un mes para Anna.

A continuación traducimos y publicamos las declaraciones de Anna y Alfredo, ambas realizadas en videoconferencia, desde Roma y Sassari respectivamente.

Declaraciones de Anna Beniamino y Alfredo Cospito en el tribunal de apelación de Turín (19 de junio 2023)

 

Después de años de proceso judicial, decenas de audiencias, no me canso de reiterar lo que he declarado hasta ahora, de afirmar algunas verdades simples y tautológicas contra la falsificación perpetrada con metodología científica en las salas de tribunal.
Los anarquistas son antiautoritarios. Los anarquistas no provocan masacres y tampoco las defienden.
Las masacres perpetradas en este país han sido el fruto envenenado del entrelazamiento de poder político y económico, nada más lejos del pensamiento y las prácticas antiautoritarias.
Estamos en un proceso político, por lo que no importa tanto la realidad de los hechos como la potencia de la sugestión; cuanto más monstruosa y axiomática es la acusación, más se frustra la defensa.
Se sigue parloteando de masacres, pero la verdadera es la llevada a cabo sobre la realidad de los hechos. Os habéis inventado “capos” anarquistas, “asociaciones” que funcionan a trompicones o estructuradas como cajas chinas en las que ni siquiera se distingue cuáles son contenedoras y cuáles contenido, los peritajes caligráficos “probabilistas” para atribuir los hechos, la última perla ha sido la confabulación entre anarquistas y mafiosos.
Los mecanismos de la argumentación para atribuir los delitos y la creación de perfiles biográficos ad hoc hacen de los escenarios orwelianos algo desfasado.
Los inquisidores mienten sabiendo que mienten y escudándose en la refractariedad de los anarquistas al mercado de la justicia. Juegan con el hecho que la ética anarquista no se vende al mejor postor. La máquina infernal de la DNA (Direzione Nazionale Antimafia) convertida en DNAA (Direzione Nazionale Antimafia e Antiterrorismo) necesita cabelleras para forjar consenso y para fortalecer el andamiaje de la represión preventiva: hacen falta enemigos internos, non importa que hayan sido convenientemente creados mediante falsificaciones históricas, políticas, fácticas y judiciales, de lo contrario, la máquina se queda sin combustible y los regímenes especiales sin carne y almas.
Hoy sólo están nuestras cabezas sobre la bandeja, pero no hay que olvidar que durante años, docenas de compañeros y compañeras has sido investigados y encarcelados en este y en procedimientos paralelos que se retroalimentan.
Tal y como ha sucedido con los procedimientos que han llevado a Alfredo Cospito al 41 bis: caen los montajes de las operaciones Bialystock y Sibilla, no hay capos ni instigadores…
pero el 41 bis se queda.
Veo una trágica ironía en todo esto: los diversos inquisidores se quedan atascados sin conocer siquiera la sustancia de la acusación, llenan sus papeles con falsedades y contradicciones descaradas con tal de obtener el resultado. Nada de extraño: es la ética enferma de esta época, en la que se santifica el beneficio asesino y se criminaliza la pobreza.

Roma, 19 junio 2023
Anna Beniamino

Declaración de Alfredo Cospito en la audiencia del 19 de junio 2023 en el tribunal de apelación de Turín.

Mi declaración está estrechamente relacionada al proceso judicial en cuanto aborda los aspectos fundamentales del tratamiento sancionador que me habéis infligido. Tratamiento sancionador inconstitucional que contradice vuestras propias leyes. Tratamiento sancionador del 41 bis que distorsiona el propio sentido de mi encarcelamiento, imponiéndome una censura absurda que limita mi derecho a la defensa. Está a la vista de todos cómo se ha utilizado mi historia procesal a modo de garrote por una parte política, “el gobierno”, contra otra parte, la llamada “oposición”. Mi traslado de última hora a otra sección en previsión de la visita de un parlamentario del PD es un claro ejemplo que demuestra la instrumentalización del DAP y el 41 bis con fines políticos. Estos hechos están estrechamente relacionados con este proceso judicial porque son producto de las dinámicas políticas pasadas que han conducido a nuestra acusación y desmesurada condena por masacre política. Taparme la boca ahora, en el único momento en el que puedo defenderme sería avalar esta peligrosa deriva totalitaria. Antes de hablar de Fossano y de la llamada “masacre” (aunque hay poco que decir: bastaría con ver las imágenes de los daños causados por la tremenda explosión), tomaré un par de minutos para mencionar a tres muertos, dos de los cuales de alguna forma soy responsable, la tercera muerte, de Cosino, ha ocurrido en el centro clínico de Opera, en sección 41 bis.
Muertes
relacionadas conmigo por estar ligadas a la impunidad del régimen en el que desde hace un año me toca luchar y sobrevivir para no sucumbir. No puedo callarme, se lo debo a los condenados a muerte encerrados en ese centro clínico, se lo debo a quien han dejado morir y a quien en este momento se está dejando morir en la cárcel de Sassari para hacer oír su voz. Se lo debo a Domenico Porcelli en huelga de hambre desde hace 4 meses. A su lado sus hijos y su abogada Maria Teresa Pintus. Solo lo están apoyando esos pocos revolucionarios anarquistas, comunistas e independentistas sardos que a riesgo de cárcel y represión luchan contra el 41bis. Para el Estado, Domenico sólo es un mafioso, y por tanto indefendible carne de cañón, para él la constitución no vale.
Para él ningún empalagoso desfile de políticos, ninguna atención de los medios. Estoy seguro de que Domenico no será noticia ni siquiera muerto. Como ya ha pasado a los dos pobres diablos muertos sucesivamente de huelga de hambre en la cárcel de Augusta, y de los cuales me siento responsable porque, influenciados por el clamor mediático causado por mi huelga de hambre, arriesgaron deslizándose rápidamente hacia la muerte. Su muertes no han causado ningún escándalo, un silencio cómplice y obsceno las han rodeado. Uno de ellos era un ciudadano ruso que simplemente pedía su repatriación. Imaginad lo que habría sucedido si un italiano hubiese muerto de hambre en una cárcel rusa… asociaciones humanitarias y medios habrían puesto el grito en el cielo. En cambio su muerte ha pasado desapercibida, bajo una total indiferencia que revela la cara hipócrita, racista e imperialista de occidente. La cara hipócrita del mismo estado ético que para mantener ocultas sus viejas complicidades mantiene el barracón de los horrores del 41 bis. Un secreto a voces que lleva resistiendo 30 años, que nadie tiene el valor de tocar, ‘no tocar peligro de muerte’y que no desaparecerá de la voluntad de quien lo ha ideado hasta que estos cuatro muros den muerte y sepultura al último testigo del acuerdo entre estado y mafia.
A veces tengo la duda de si es el propio sistema el que quiere que se hable de él, para qué si no trasladarme a Opera a lo que Nordio tuvo el valor de calificar de centro médico de excelencia. Un tugurio caótico y mortífero donde viejos y moribundos son aparcados en soledad a la espera de la muerte. En esta subespecie de manicomio llueve en los pasillos, en verano te mueres de calor, el aire acondicionado no funciona,en invierno te mueres de frío. En las ventanas respiradero, cucarachas, hormigas, mosquitos siguen atormentando a personas encamadas, paralizadas, ancianas, moribundas, ciegas. Entre junio y octubre de 2022, en un centro clínico que puede alojar a 12 personas, 6 no han sobrevivido. Con suerte pocos días u horas antes de la muerte te trasladan al hospital, donde el trato es más humano, aunque se sigue muriendo entre desconocidos sin el afecto de tus seres queridos. Todo recae sobre chavales y chavalas que se encargan de la limpieza, y se las arreglan a duras penas entre pañales y medicamentos, y los enfermero-as que intentan hacer bien su trabajo son pocos. La doctora responsable descarga su responsabilidad en los enfermeros haciéndose pasar a menudo por enferma, lo cual es bastante vergonzoso. Naturalmente, hablando de presos en situaciones de salud precarias donde basta con que te descuíden un poco de más para ver la muerte acercarse, las objeciones de los enfermos son escasas. Sin embargo algún preso intrépido ha protestado y los tribunales le han dado la razón, aunque hablando de 41 bis, de un mundo aparte y de hijos de un dios menor, todo sigue igual.
Nadie debería morir aislado en una celda, bajo la fría mirada de una cámara que lo graba 24 horas al día. Como le ha pasado a Cosimo Di Lauro en junio de 2022. Este preso ha muerto de inanición sin estar en huelga de hambre. Simplemente había dejado de beber y comer, según los testimonios que he oído “no estaba en su sano juicio”. Una mañana los carceleros lo encontraron muerto, supervisado por una cámara, su agonía filmada, sin que nadie moviese un dedo. Di Lauro no llegó al hospital, al contrario de quien escribe, trasladado al hospital al mínimo síntoma, aun sin riesgo de muerte. A Cosimo, un simple “mafioso” y además incapaz de razonar y defender sus propios derechos, lo dejan morir. Se abre una investigación, se toman declaraciones incluidas las de un valiente preso, pero todo queda encubierto, al menos hasta la fecha…
Cuántas cosas he visto en
mi año de 41 bis. No son solo las muertes encubiertas, también puede pasar que se instrumentalice el 41 bis con otros fines.
Y este uso “indebido” encubierto. Lo que se encubre es el uso descarado del DAP por parte del gobierno para arremeter contra la llamada “oposición”. Me refiero al desfile de diputados del PD en Sassari, y al uso instrumental por parte del gobierno de la información del DAP que me reguardaba para cargar contra el PD. Para entender la estúpida maniobra de Fratelli D’italia en el parlamento, es indicativo mi traslado pocos días antes de la visita de los parlamentarios (de la que estoy seguro el gobierno tenía conocimiento) de una sección “tranquila” en la que pasaba los días en soledad a una sección donde, en la óptica distorsionada del DAP, estaban los peces “gordos” de Sassari, los llamados capos. Que dicho entre paréntesis, han hecho de todo para intentar convencerme de que abandonase la huelga, y que luego han sido puestos en la picota mediática por mi culpa. Nadie me sacará de la cabeza que el DAP ha sido “influenciado” por el gobierno. Justo después de la visita de los parlamentarios, desmantelaron la sección y me trasladaron a Opera. Cuéntas trampas ingenuas me han tendido, que luego de froma regular se han ido volviendo contra el propio sistema.
El secuestro de notas sobre el proceso transformadas en pizzini [papelitos mediante los que supuestamente los jefes mafiosos pasan sus ordenes – ndt], la ridícula acusación de una alianza entre mafia y anarquistas, la acusación surrealista de haber fingido la huelga de hambre.
En este año he llegado a la convicción de que el objetivo real del 41 bis no es acabar con el fenómeno de las organizaciones criminales, sino poner el bozal a una generación de mafiosos que el estado usó hace 30 años, para luego traicionarlos encerrándolos aquí dentro hasta la muerte que les sellará la boca para siempre, por miedo a que una vez fuera, los oscuros secretos de la república puedan ser desvelados.
Como decía, este es el secreto a voces detrás del carácter intocable de este régimen. El 41 bis se eliminará cuando muera el último testigo incómodo de aquella época. Esto, naturalmente, en caso de que no se amplíe al resto del llamado “sistema justicia”, la barbarie tiende a propagarse y puede irse de las manos. Hay muchas similitudes entre mafia y estado, voluntad hegemónica, monopolio de la violencia, jerarquía, autoritarismo. Pero una vez dentro me he dado cuenta de que a estas indudables características comunes se añade una especie de “pecado original” que requiere de un sistema liberticida como el 41 bis para mantener las piezas unidas, sin el cual el sistema se desmoronaría en su conjunto. Precisamente en esto consiste la intocabilidad del 41 bis, en haberse vuelto punto neurálgico de todo el sistema democrático totalitario, el verdadero rostro de la república italiana.
Por lo demás
… nada ha cambiado, las fotos de mis padres secuestradas hace un año aquí, en Sassari, y devueltas con el sello de la censura a mi llegada a Opera, de nuevo requisadas a mi regreso a Sassari. Nada de música, mi petición de comprar un reproductor de cd rechazada por la dirección de la cárcel. Por lo que parece, el DAP sigue considerando los libros y la música algo subversivo, y en el fondo no se equivocan del todo.
Desde que estoy en 41 bis no he tocado una brizna de hierba, un árbol o una flor, sólo cemento, rejas y tv. En los últimos meses, después de grandes esfuerzos, sólo he conseguido comprar un libro, y sólo porque los medios hablaban de mí. Las visitas una sola vez al mes, con el cristal y la voz metálica del interfono. A mis hermanas y mi hermano, los únicos que pueden venir a verme, se les tapan los tatuajes y pendientes con esparadrapo porque podrían transmitir mensajes en clave a través de los dibujos. Son embargo, después de lo que he visto en Opera estas quejas mías se vuelven ridículas. He visto con mis ojos al estado que se pretende ético aplicar la ley de la represalia sobre ancianos y enfermos, indefensos y con la mente medio trastornada. Mi ingenua petición de libros, música, periódicos anarquistas, de ciencia y de historia, y un prado verde donde correr y algún árbol se vuelve irrisoria y casi empalagosa. Soy consciente de ello.

Abolir el 41 bis
Gracias compañeros y compañeras
Siempre por la anarquía

Alfredo Cospito