(Alemania) Declaración de Daniela Klette en la apertura del juicio en su contra

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https://germanguerilla.com/2025/04/12/daniela-klette-its-a-settling-of-accounts-with-this-particular-history-of-resistance

En febrero de 2024, el apartamento donde vivía Daniela fue allanado, tras comprobarse que ella era la mujer buscada por su participación en el grupo guerrillero alemán Fracción del Ejércitpo Rojo (RAF). Todo lo anterior gracias a la colaboración de un ciudadano-periodista que, usando inteligencia artificial, proyectó cómo sería el rostro de Daniela hoy en día, y lo cotejo con millones de imágenes en redes sociales, haciendo coincidir con fotografías donde aparecía Daniela danzando, información que hizo llegar a la policía. Afortunadamente, durante los allanamientos, Daniela logró darles la alerta a sus compañeros, quienes siguen buscados hasta el día de hoy.

Daniela inicialmente fue acusada de participar en trece robos a bancos, camiones transportadores de dinero y multitiendas, cometidos entre 1999 y 2016, y un cargo de «intento de homicidio» debido al enfrentamiento armado en uno de estos hechos (contra un guardia). En paralelo un juicio se está preparando basado en cargos relativos a acciones armadas de la RAF.

Todo esto, incluída la siguiente declaración, es información de marzo de 2022:

Estoy de acuerdo con la moción de desistimiento presentada por mi defensa. Sólo me gustaría añadir algunas frases. Tras el fin del proyecto de guerrilla urbana de la RAF en el abril de hace 27 años, Burkhard Garweg, Volker Staub y yo nos enfrentamos a la continua persecución pública por parte de la Oficina Federal de Investigación Criminal de los supuestos «últimos antiguos militantes de la RAF». Burkhard Garweg se vio incluso arrastrado a esta persecución pública después de que la RAF se hubiera disuelto. Esta fue la respuesta del Estado a la autodisolución de la RAF, al igual que en Bad Kleinen -con el fusilamiento de Wolfgang Grams(1)- y otros largos años de encarcelamiento y duras condenas contra prisioneros de la RAF y la resistencia habían sido la respuesta a la declaración de desescalada de la RAF en 1992.

Llevamos décadas eludiendo con éxito las garras del Estado, algo que lamentablemente sólo he conseguido hasta el 26 de febrero de 2024. Un tiempo muy valioso. Con muchas dificultades que superar y muchas más experiencias positivas. Estas han reforzado mi convicción de que un mundo mejor en el que las personas puedan vivir no sólo es necesario, sino también posible. Estas experiencias me llevarán a través de todo lo que está por venir. Hoy quiero dar las gracias a todos los que han estado conmigo o con nosotros como amigos o queridos conocidos en diferentes momentos. No ha sido fácil no poder contar abiertamente nuestra verdadera historia, pero es una norma de ilegalidad para protegerles a todos. Lamento que tantas personas con las que tenía amistad o a las que sólo conocía no estuvieran preparadas para la represión, a veces violenta, y fueran acosadas con repetidos interrogatorios. No esperaba que fuera tan desenfrenada y amenazadora. Espero que la mayoría de ustedes sigan siendo como yo, porque me alegro de haberles conocido. El 26 de febrero de 2024 me arrancaron de mi vida anterior.

El año pasado, el expediente de investigación me permitió hacer una idea del alcance de la interminable búsqueda que se nos hacía. He aquí sólo algunos ejemplos: hubo espionaje a antiguos amigos, amigas y compañeras, allanamientos domiciliarios y vigilancia de nuestras familias, seguimiento de viejos conocidos en sus vacaciones en otros países, interrogatorios en campings y hoteles e incluso vigilancia en funerales: mucha pesca en la oscuridad.

Deben de haberse invertido en ello gigantescos medios humanos y tremendas cantidades de dinero. Se nota el enorme compromiso: Esto era y es una caza de enemigos políticos y no simplemente de ladrones(2). Todos esos años antes, la cacería humana de la Oficina Federal de Investigación Criminal no les había conducido al objetivo, a pesar de que a veces se ofrecía una recompensa de un millón de marcos. La población no estaba especialmente interesada en atraparnos. ¿Por qué habrían de hacerlo? La gente no se sentía amenazada por la RAF y mucho menos por supuestos antiguos militantes tras su disolución.

En 2015, la Oficina Estatal de la Policía Criminal de Baja Sajonia y la fiscalía de Verden se pusieron al frente de la persecución contra nosotros en relación con robos de dinero y la calificaron de «intento de asesinato». Con ello pretendían transmitir por fin a la opinión pública la urgencia de nuestra persecución por nuestro supuesto «peligro público».

Esto se refrescaba constantemente con las llamadas intermitentes a personas buscadas en «Aktenzeichen XY»(3) o en diversos reportajes de televisión, a menudo en aniversarios que tenían que ver con la historia de la RAF. Por supuesto, siempre se trataba de la RAF y no sólo de robos. Después de mi detención esto continuó, acompañado de una agitación excesiva contra Burkhard y Volker(4). Todo es una intensificación de lo que había estado ocurriendo todos esos años antes sin mucha publicidad.

Veo el hecho de que mis vecinos fueran evacuados con la mentira de que en mi piso «habían almacenado explosivos», como un ejemplo flagrante de la difamación y la agitación contra nosotros. Deben sentirse como si yo les hubiera puesto sobre un polvorín durante años y hubiera puesto en peligro sus vidas.

En mi opinión se trata al menos de terror psicológico cuando ancianxs, enfermxs, niñxs y todxs lxs demás tienen que pasar más de una noche helada a la intemperie en autobuses habilitados a tal efecto, siempre preocupadxs de que su casa pueda estallar, ¡todo para sembrar el miedo y el terror, delante de nosotros y nosotras! El día del registro ya era completamente obvio que no existía tal peligro.

La mentira de esta gran peligrosidad sirvió de inmediato de justificación para la redada marcial en un recinto donde habitaban muchas personas en caravanas, entre ellas Burkhard, así como para diversos allanamientos en Berlín con un contingente militar iracundo y vandálico. Ahora me tienen a mí: todo el alboroto sobre mi terrible peligrosidad tiene como objetivo hacer que una condena elevada parezca convincente y preparar el próximo juicio, en el que seré acusada por la Fiscalía Federal y condenada por un Tribunal Regional Superior por diversas acciones militantes contra la guerra imperialista, la cárcel y el Capital. Justificando la continua agitación contra Burkhard y Volker.

Incluso éste juicio no se celebra contra mí, sino que se trata una vez más del juicio contra la RAF, que ha sido historia durante 27 años; se trata de ajustar cuentas con esta historia de resistencia. Pero también se trata de la disuasión dirigida al futuro: cualquier pensamiento de resistencia que quiera superar este sistema capitalista de dominio, debe ser sofocado con la amenaza de la destrucción de la vida a través de años de encarcelamiento. Enfatizar la absoluta necesidad con la que debemos ser perseguidas sólo puede explicarse por este contexto más amplio.

Vivimos una situación que está llegando a un punto crítico en todo el mundo: en la crisis capitalista, Occidente lucha contra el inminente declive de su hegemonía mundial y por la redistribución del Poder. Bajo el liderazgo de la República Federal de Alemania, Europa debe rearmarse y prepararse para la guerra. Actualmente, todos los días se cuentan historias de horror sobre los miles de millones de euros que el nuevo gobierno belicista quiere destinar a armamento, es decir, a enormes beneficios para la industria de defensa y a medidas de infraestructura.

Quien espere que estas últimas sirvan para reparar edificios escolares ruinosos, puentes derruídos, medidas de protección medioambiental, viviendas sociales, refugios para mujeres que las protejan de los femicidios diarios, la ampliación de la sanidad o el transporte público local y de larga distancia, se equivocará. Los militares necesitan carreteras potentes, energía, telecomunicaciones e inteligencia artificial: nada de puentes para los tranvías. El resultado será el «empobrecimiento a través de la militarización». La sociedad debe jurar estar preparada para la guerra y renunciar a sus necesidades básicas.

Para ello se alimenta a diario el miedo a la guerra contra «los rusos», como si ellos ya estuvieran frente a Berlín con las armas preparadas. Se propaga la mentalidad de que todo conflicto sólo puede resolverse mediante la victoria militar, derribando al enemigo o «arruinándolo». «Cueste lo que cueste», aunque ello suponga la muerte de millones de personas. Porque se trata de una guerra con armas de destrucción masiva, apoyada por la inteligencia artificial hasta e incluyendo una super-GAU nuclear(5).

La humanidad está siendo sistemáticamente brutalizada: el Mediterráneo como fosa común de personas refugiadas debería considerarse normal. Y también debe aceptarse como normal el genocidio de la población palestina y de sus condiciones de vida, bombardeadas hasta los escombros y retransmitidas por televisión e internet durante año y medio, cometido por el gobierno de extrema derecha israelí.

Este genocidio ha sido denominado como tal por diversas organizaciones internacionales y ha sido entendido y denunciado como un enorme crimen contra la humanidad, desde el inicio por el polo sur y hoy cada vez más también en Occidente por una gran variedad de personas, entre ellas muchas personas judías.

Imperturbable, esta actitud se mantiene sobre todo en Alemania y se la acusa de las más viles calumnias como antisemitismo. Se está silenciando la solidaridad con el pueblo palestino contra esta guerra, en lugar de al menos detener el suministro de armamento a Israel y exigir el fin del genocidio.

Quien quiera estar curtido en la guerra necesita que se extienda la falta de empatía, también con respecto a todas las demás guerras actuales. Por ejemplo, el Servicio Federal de Inteligencia tiene la osadía de afirmar públicamente que ¡¡¡una continuación de la guerra entre Ucrania y Rusia hasta 2029 sería deseable para Alemania!!! Todas las guerras que se libran en el mundo para la redistribución del Poder y de las materias primas para el crecimiento económico capitalista son apoyadas y alimentadas por los suministros de armas de Europa y EEUU.

La solidaridad en la sociedad debe ser erradicada por la agitación derechista y racista. El apoyo a las personas refugiadas, a cesantes o a quienes dependen de la asistencia pública por otros motivos, suficiente para una vida digna, no debe seguir considerándose una responsabilidad social. La agitación contra las personas refugiadas y los supuestos gorrones(6) de antes de las últimas elecciones aún resuena en nuestros oídos. Aunque se recorten todas las prestaciones sociales, esto no significa ninguna mejora para quienes aún tienen trabajo. Los logros queerfeministas van a retroceder, por mucho que sea obvio que aquí se necesita un movimiento de resistencia amplio, diverso y decidido para detener y revertir este desarrollo destructivo. Los belicistas están haciendo todo lo posible para evitar que tal movimiento se materialice. Cada vez hay más antifascistas, anticapitalistas y defensores de la Tierra, compañeros kurdos y turcos en prisión. Hay procesos masivos contra personas implicadas en la solidaridad con Palestina, y a los y las activistas de izquierdas se les prohíbe una vez más ejercer sus profesiones. Este es el trasfondo político actual en el que se desarrolla este proceso, que aquí sólo esbozaré en fragmentos.

La afirmación de que se trataba de una banda despiadada que sacrificaba vidas humanas por dinero pretende deslegitimar la historia de nuestra resistencia. ¡No tiene nada que ver con la realidad!

Cito a Burkhard Garweg: «La imagen que se intenta crear describe a una banda violenta y merodeadora de ladrones peligrosos para el público en general y dispuestos también a matar sólo por dinero… No hay razón para creer nada de lo que dicen la policía y el aparato judicial, porque les mueve el deseo de deslegitimar la oposición fundamental y crear un clima en el que la violencia y la represión estatales parezcan justificadas».

Exijo el cese inmediato de la incendiaria persecución contra Burkhard Garweg y Volker Staub en todos los medios de comunicación y en todos los lugares públicos. Una y otra vez se excitan operaciones policiales a gran escala porque se dice que uno de los dos ha sido visto por informadores ávidos de recompensas. Todo un éxito de agitación policial y mediática. Esto es absolutamente amenazador e irresponsable y debe parar inmediatamente.

Volviendo al juicio: el pliego de cargos, las condiciones carcelarias que -aunque ya no son de aislamiento como al principio- están en parte determinadas por medidas de seguridad confusas e histéricas debido a la cobertura mediática: todo transmite la impresión de que aquí hay que mantener a raya a la RAF. Sistemáticamente la discusión política y el desarrollo y mantenimiento de amistades tan importantes para mí se ven seriamente dificultados. Es evidente que la intención del poder judicial es debilitarme.

De lo contrario, ¿por qué se rechazarían las solicitudes de visita por motivos absurdos? ¿por qué los visitantes que recién he comenzado a conocer y con quienes ha sido posible bloquear a los tres observadores presentes de la Oficina Federal de Investigación Criminal, la Oficina Estatal de la Policía Criminal y la JVA(7)) y tener una conversación normal, son sometidos repetidamente a prohibiciones de visita?

Muchxs de quienes se atreven a visitarme son luego interrogadxs por la fiscalía o por la Oficina Federal de Investigación Criminal y perseguidxs con fuertes multas por negarse a declarar. Es evidente que las autoridades investigadoras tienen carta blanca en este caso. Todo lo que viene de ellos y ellas hacia mí está destinado a quebrarme.

El plan de tratar esto como un procedimiento penal normal está condenado al fracaso desde su inicio. Nadie cree en él: ni quienes me desean muchos años de cárcel (porque yo -como muchxs otrxs- sigo rechazando al capitalismo y al patriarcado como inhumanos, hostiles a la vida y destructores de la naturaleza), ni quienes se interesan por mí y por nosotrxs o incluso se sienten solidariamente vinculadxs a nosotrxs.

Quiero dar las gracias a todas las personas que han venido hoy aquí o que siguen con afinidad lo que está ocurriendo desde más lejos. Soy plenamente consciente de mi posición. Este proceso se está llevando a cabo con cálculos políticos, a pesar de que se diga lo contrario. Entonces, ¿qué más puedo esperar?.


NOTAS DE LA TRADUCCIÓN:

(1): Combatiente de la RAF, ejecutado durante su arresto por las GSG 9 (fuerzas policiales alemanas de élite) en la estación de trenes de Bad Kleinen.

(2): Recordemos que Daniela es imputada por robos a camiones transportadores de dinero tras la disolución de la RAF en 1998.

(3): Programa televisivo que desde 1967 trabaja en aclarar «crímenes sin resolver».

(4): Mencionados continuamente por Daniela en su declaración, son combatientes de la RAF que aún siguen en clandestinidad y apuntados como cómplices de Daniela. La policía probó que, antes de ser arrestada, Daniela mantenía vínculos con ellos.

(5): GAU, siglas en alemán Accidente Base de Diseño, también llamado Accidente Máximo Creíble. Es un accidente teórico para el cual una instalación nuclear debe estar diseñada y construida para resistir sin pérdida de los sistemas, estructuras y componentes necesarios para asegurar el bienestar y seguridad públicos.

(6): Se le dice gorrón a quien vive de la generosidad ajena.

(7): Siglas de Cárcel de Alta Seguridad. Históricamente las visitas a prisionerxs de a RAF toman lugar bajo condiciones de dificultad, incluyendo «observadores» de distintas agencias policiales presentes y escuchando lo conversado.