Extraído de Sans Nom y traducido por Informativo Anarquista
[En Düsseldorf, la séptima ciudad más grande de Alemania, situada en la región de Renania del Norte-Westfalia, el «Comando Angry Birds» lleva varios años dando que hablar. En agosto de 2024, por ejemplo, reivindicó un incendio de cables de señalización ferroviaria en Mettmann, que se sumó a sus anteriores sabotajes contra el tráfico ferroviario: uno en Düsseldorf en enero de 2024 y otros cinco en la misma ciudad reivindicados en mayo de 2023. Tras compartir generosamente un manual titulado «Cómo prender fuego a cables para principiantes» en otoño de 2024, volvió a exponer su propia visión del colapso en su Comunicado n.º 4, publicado en enero de 2025, y luego reivindicó el sabotaje de tres nuevas antenas de telecomunicaciones en junio de 2025.
En pleno verano, el «Comando Angry Birds» acaba de provocar una nueva perturbación a pocos días de un enorme flujo de tráfico: la noche del miércoles 30 al jueves 31 de julio, en una de las líneas ferroviarias más importantes de Alemania, entre Duisburgo y Düsseldorf, por donde circulan más de 620 trenes al día (sin contar los trenes de mercancías) y a pocos pasos del aeropuerto, se produjo un doble ataque simultáneo contra los cables situados a lo largo de las vías. El primero dañó cerca de 60 metros en las inmediaciones de una estación de señalización, y el segundo, un kilómetro más lejos, destruyó cinco del tamaño de un puño, cada uno de 20 metros de largo. Este sabotaje fue reivindicado por el comunicado n.º 6 del Comando Angry Bird, publicado el 31 de julio en de.indymedia, del que ofrecemos a continuación una traducción del alemán.]
Sabotaje ferroviario – Comunicado n.º 6
Switch off el sistema de destrucción
El corredor Rin-Alpes conecta Róterdam, Ámsterdam, Duisburgo, Colonia, Fráncfort, Mannheim, Basilea, Zúrich, Milán y Génova, algunos de los centros económicos más importantes de Europa. En la región «Duisburgo-Düsseldorf-Colonia», este corredor se enfrenta a uno de sus numerosos cuellos de botella. Cualquier perturbación del tráfico ferroviario en este lugar tiene repercusiones directas o indirectas en este espacio económico, debido a los desvíos de los trenes afectados.
Acabamos de provocar una perturbación de este tipo al norte del aeropuerto de Düsseldorf. Para ello, hemos vuelto a utilizar el temporizador con bloque de hielo de nuestro manual «Kabel Anzünden für Beginner».
Ya hemos explicado nuestras razones detalladamente con nuestras propias palabras. Esta vez, queremos tomar prestadas las de Emmanuel Sieyès*:
El plan de este escrito es muy sencillo. Tenemos tres preguntas que plantearnos.
1. ¿Qué es la naturaleza? Todo.
2. ¿Qué ha sido hasta ahora en la sociedad? Nada.
3. ¿Qué pide? Llegar a ser algo.
¿Quién se atrevería a decir que la naturaleza no tiene en sí misma todo lo necesario para una buena vida? Es la persona fuerte a la que le han encadenado un brazo. Si elimináramos la industria, el mundo no sería algo menos, sino algo más. Entonces, ¿qué es la naturaleza? Todo, pero un todo obstaculizado y oprimido. ¿Qué sería sin la industria? Todo. Pero un todo libre y floreciente. Nada puede funcionar sin ella, todo iría infinitamente mejor sin el sistema industrial.
Los miembros más competentes del movimiento ecologista mayoritario se han visto obligados a ganarse la vida aprendiendo a adular y dedicándose al servicio de los poderosos. Quizás los defensores más fervientes de la industria se encuentren en la versión establecida del movimiento de defensa del clima, entre personas con mucha inteligencia y pocos ingresos, que son tan incapaces de apreciar el valor de la libertad como entusiastas de la riqueza, el poder y los regalos de los grandes.
Ya no es momento de trabajar por una conciliación entre las partes. ¿Qué acuerdo se puede esperar entre la energía de los oprimidos y la ira de los opresores? Se han atrevido a presentar la fuga de las empresas como un escenario catastrófico. ¡Por Dios! ¡Qué feliz sería el país si se pudiera llevar a cabo esa emigración tan deseable! ¡Qué fácil sería prescindir de las grandes empresas! ¡Qué imposible sería, en cambio, conseguir que fueran sostenibles!
Siento que estas verdades, por muy ciertas que sean, resultan incómodas en una cultura que no se ha formado bajo los auspicios de la sostenibilidad. ¿Qué se le va a hacer? Si la casa en la que vivimos solo se sostiene gracias a artificios, hay que reconstruirla o resignarse a vivir al día con la inquietud de acabar aplastados bajo sus escombros.
Sé que estos principios parecerán extravagantes a la mayoría de los lectores. Pero la verdad debe parecer tan extravagante a los prejuicios como estos pueden parecerlo a la verdad. ¿Qué mejor puedo hacer que ayudar con todas mis fuerzas a difundir esta verdad que allana el camino? Al principio se recibe mal, pero poco a poco las mentes se acostumbran, se forma la opinión pública y, finalmente, se ve la aplicación de principios que al inicio se consideraban quimeras descabelladas. En casi todos los tipos de prejuicios, si nadie hubiera aceptado pasar por loco, el mundo sería hoy menos sabio.
¿Dicen ustedes que las mentes aún no están preparadas para escucharlos, que van a escandalizar a mucha gente? Así debe ser: la verdad más útil que se puede publicar no es aquella a la que ya estábamos bastante cerca, ni aquella que ya estábamos a punto de aceptar. No, precisamente porque va a irritar más prejuicios e intereses personales, es más necesario difundirla.
La justicia y la razón no pueden plegarse a nuestras conveniencias. No pregunten cuál es la proporción adecuada entre la industria y la naturaleza. Es como preguntar qué lugar se le quiere asignar al tumor en el cuerpo de un enfermo, cuando este lo debilita y lo atormenta. Debe ser neutralizado.
(¿Qué es el Tercer Estado?, Emmanuel Joseph Sieyès, 4.ª edición actualizada y abreviada)
Comando Angry Birds
* Nota del traductor: Se trata de una adaptación de los capítulos primero y sexto de ¿Qué es el Tercer Estado?, el famoso folleto del abad Sieyès publicado en 1789, en el que el Comando Angry Birds ha sustituido el término «Tercer Estado» por «naturaleza», etc.