Extraído de Sans Nom y traducido por Informativo Anarquista
[En la noche del lunes al martes 17 de junio en Berlín, 36 furgonetas de las empresas colaboradoras de la guerra Telekom y Amazon ardieron en llamas: 17 vehículos de la primera empresa en el barrio de Lichtenberg, y 19 vehículos de la segunda en el barrio de Britz, con algunos minutos de diferencia, hacia las 3 de la madrugada. A continuación reproducimos el comunicado de este atentado antimilitarista publicado en de.indymedia el mismo día].
Ataque antimilitarista contra empleados del ejército, Amazon y Telekom
Anoche, varias furgonetas de Amazon y Telekom fueron incendiadas en el sur (distrito de Britz) y el este (distrito de Lichtenberg) de Berlín. Ni las vallas ni las cámaras lograron impedir que lxs antimilitaristas atacaran a estos dos colaboradores del ejército. Ambas empresas se benefician enormemente de la militarización generalizada y de las guerras. Por eso es justo sabotearlas.
En lugar de una recepción con champán, optamos por celebrar la inauguración de Amazon-Tower con carcasas carbonizadas. Pero este espantoso edificio no sólo nos parece repulsivo por su impacto en el barrio, sino también por todos los demás trucos sucios de este gigante tecnológico, y en particular por su participación activa en la guerra y el genocidio. Los servidores y servicios en nube de Amazon son utilizados por las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) para almacenar las enormes cantidades de datos resultantes de la vigilancia masiva de la población palestina. A través de su filial Amazon Web Systems (AWS), Amazon es uno de los socios de las IDF. En 2021, AWS, Google y Microsoft firmaron contratos con las FDI para utilizar sus servidores (Proyecto Nimbus). Desde la invasión israelí y la completa destrucción de la Franja de Gaza que provocó, las IDF necesitan una capacidad informática mucho mayor para poder utilizar sus programas militares de IA.
Para ello se utilizan principalmente los servidores de AWS. Las FDI y AWS colaboran muy estrechamente y se consultan sobre determinados ataques aéreos. Esto significa que la aniquilación y hambruna de Gaza que está teniendo lugar ante nuestros propios ojos, el desplazamiento forzoso planificado de toda la población y la masacre y mutilación basadas en IA de cientos de miles de personas, muchas de ellas niños, se calculan y guardan en servidores de Amazon Web Services. Pero Amazon también es militarmente activa en otros ámbitos: como importante socio comercial del ejército estadounidense, por ejemplo, y como generoso patrocinador del desfile militar del rey Trump en Washington el pasado sábado. El Estado y el Capital avanzando en la misma dirección hacia el fascismo.
La guerra, la militarización, el genocidio y la política de genocidio e imperialismo se basan ahora en la alta tecnología. Para funcionar, el Estado y el sistema militar mundial necesitan una infraestructura tecnológica muy compleja. En Alemania, ésta es gestionada y desarrollada por la empresa estatal Telekom. Ninguna guerra funciona sin tecnología, y las Fuerzas Armadas Federales alemanas se benefician enormemente de la militarización que tiene lugar en todo el mundo. Telekom apoya al Ejército Federal en el campo de la ciberdefensa y forma a los soldados en TI. Empresas como Telekom se benefician del rearme, del presupuesto gubernamental de 400.000 millones para hacer a la gente «apta para la guerra» y de la reintroducción del servicio militar.
Del mismo modo, Telekom está ganando dinero como proveedor informático de las autoridades fronterizas, la policía y los servicios de inteligencia, en la guerra contra los refugiados en las fronteras exteriores de Europa y en la creciente militarización en casa. Tampoco hemos olvidado que, como uno de los mayores proveedores de telecomunicaciones del mundo gracias a su adquisición del operador telefónico griego OTE como parte de las medidas de la Troika, Telekom se ha hecho un nombre como uno de los principales proveedores de telecomunicaciones del mundo. Telekom fue uno de los principales beneficiarios de la oleada de privatizaciones masivas durante la crisis griega. Por esta razón, la empresa ya ha atraído las críticas, tanto aquí como en otros lugares, convirtiéndose en blanco de numerosos ataques.
Además, a través de T-Systems, Telekom está haciendo negocios con la empresa Starlink del tecnofascista Elon Musk. T-Systems ofrece a Estados Unidos y otros países un servicio que utiliza miles de satélites Starlink para enviar mensajes de texto al espacio a pesar de las zonas blancas. Elon Musk no es sólo un fascista reluciente, es el hombre más rico del mundo, y con sus proyectos megalómanos quiere colonizar no sólo la Tierra, sino también el espacio y el planeta Marte. En la carrera por ver qué machote tiene más satélites y más poder, le sigue de cerca el jefe de Amazon, Jeff Bezos, con su proyecto de satélites Project Kuiper (que pronto incluirá 3.200 satélites). Estas dos empresas ahora se asemejan a imperios no estatales que también son cada vez más importantes en términos militares: Starlink no sólo apoya a Ucrania e Israel en sus ataques militares con datos – Musk también tiene el poder de prevenir estos mismos ataques haciendo que los datos de Starlink estén disponibles. Así que Musk y Bezos, con su red de empresas tecnócratas, no solo se benefician de la guerra, sino que ahora también pueden determinar su curso.
Creemos que hoy, como ayer, es justo atacar a los colaboradores del ejército. Lo sorprendente no es que los antimilitaristas ataquen a las empresas militares, sino que no todos los que aborrecen las guerras y las masacres ataquen a las empresas militares. Lo sorprendente no es que los antimilitaristas quieran sabotear la guerra, sino que todos los que están en contra de la militarización y el rearme no pongan su granito de arena para contribuir al desarme. Lo sorprendente no es que la gente esté profundamente afectada por el genocidio y la guerra de exterminio en Gaza y el desplazamiento forzoso de palestinos de Cisjordania, sino que medio mundo se haya acostumbrado aparentemente a ver cómo un gobierno de extrema derecha comete un genocidio. Lo sorprendente no es que tanta gente intente detener este genocidio, sino que tan pocos intenten reducir a cenizas las viviendas, empresas, almacenes e infraestructuras que se benefician de este despiadado baño de sangre y lo hacen posible.
Ya sea en Palestina, el Congo, Sudán, Ucrania o Myanmar, son las clases dominantes las que se benefician de las guerras.
El sabotaje y la revuelta son legítimas, es legítimo reivindicar la vida contra el militarismo y las tecnologías de la muerte, al igual que es legítimo reivindicar y defender el antimilitarismo contra el nacionalismo.
Es justo liberar la vida de todo militarismo y guerra, del estado y del patriarcado.
Contra todas las guerras y ejércitos.
Amor y fuerza para Maya en huelga de hambre y para todos los demás encarceladxs en el caso de Budapest, para Nanuk, Daniela y los anarquistas N y M.
Un abrazo y saludos ardientes hacia Atenas donde Marianna, Dimitra, Dimitris, Nikos y AK están presos en la cárcel de Korydallos.
En memoria de la lucha de Kyriakos Ximitri
