(Chile) Reflexiones intracarcelarias, vegan straight edge, ante otro nefasto Septiembre. A dos años del ataque incendiario a susaron

No podemos partir este desahogo sin antes agradecer y abrazar cada gesto solidario que se ha tenido con nosotrxs desde el primer día que pisamos este maldito cementerio de vivxs. Cada acción, cada incendio, cada liberación, cada propaganda, cada aporte; ha sido un soplo de aire fresco en este frenético y repetitivo cotidiano.

Se cumplieron 2 años de aquel hermoso fuego que iluminó la ciudad, como si se tratase de un haz de luz que barre por un bello instante, toda la podredumbre que significan estas decadentes y miserables fiestas por el nacimiento de la organización empresarial de terratenientes y demagogos sedientos de poder. Llamada $hile.

En estas fechas, es que más que nunca respiramos el orgullo de las decisiones que han escrito los caminos de nuestras vidas y de nuestros últimos 2 años. Ya que esta temporada en prisión a significado un costo en lo emocional y personal; en vista del daño colateral que reciben nuestras familias, vínculos y proyectos. Pero aún así, sin duda alguna, no hay ni una gota de arrepentimiento de parte de nosotros. Porque hemos visto a lo largo de la historia como un acto de algarabía, desde el más sencillo al más altisonante, contagia y remece la normalidad con su bella expansión colorida y amenazante. Y esta acción no fue la excepción. En estos dos años hemos visto múltiples réplicas a nuestra acción, donde sus razones escritas muchas veces incluyen el buscar mandarnos afecto, calor y compañía como presxs del caso susaron.

De estas réplicas, las que más nos cautivan sin duda, son las que implican un sacrificio que puede generar perder la libertad o la vida, como lo es el sabotaje y las liberaciones ilegales de animales. Pero innegablemente las muestras de cariño a través de la propaganda nos alegran profundamente, haciéndonos sonreír con tranquilidad ante el escenario que significa que otros compañeros representen la herencia práctica, de quienes no solo queremos liberación animal; sino que la queremos y buscaremos sin consideración con quien se ponga por delante. Entendiendo que es una urgencia y que no hay razón válida para posponerla ni relativizar su necesidad imperante.

Nosotros como antiespecistas desde el minuto que pisamos estos suelos podridos, prometimos llevar adelante cueste lo que cueste nuestra postura antiautoritaria de mantener una dieta vegana. Aún cuando eso implicara comprometer nuestra integridad física. Ya que es un compromiso de vida político, que entendemos más necesario que nunca llevar adelante; cuando la cárcel la entendimos inmediatamente como una trinchera de ideas y posiciones. Jamás fuimos veganos por salud o por sentirnos bien con nosotros mismos. Sino, que decidimos el veganismo hace ya años, porque en la acción y decisión de negar todo constructo de autoridad nos pareció absolutamente aberrante e incompatible consumir por gusto: sangre, sudor, explotación, alaridos y dolor, de seres que no tienen ni una absoluta posibilidad de defenderse.