(Francia) Contra las Olimpiadas, incendio de la torre de telefonía móvil y fibra óptica

Contra las Olimpiadas, fuego contra la torre de telefonía móvil y la fibra óptica

Game-Over en Gameville

En la noche del 25 al 26 de julio, en Saint Orens de Gameville, incendiamos una torre de telefonía móvil y un nodo de interconexión de fibra óptica, y etiquetamos «No J.O.» en la torre que alberga los cables.

No hay tregua olímpica. El bombardeo retórico del gobierno de apaciguamiento a través del deporte, tanto a nivel geopolítico como parlamentario, va acompañado de bombardeos militares en todo el mundo y de una guerra contra las poblaciones.

¿De qué tipo de tregua, de qué tipo de apaciguamiento estamos hablando? ¿El desplazamiento de las poblaciones más marginadas, el aumento de la presencia policial en la capital, el desarrollo de una vigilancia panóptica en todas las direcciones, basada en la instalación de nuevas cámaras de videovigilancia y el uso represivo de la inteligencia artificial?

¿O la transferencia masiva de dinero público al sector privado, situación que en 2004 arruinó a Grecia y la sumió en la crisis financiera y la austeridad?

¿Qué tregua, también, para los presos canacos (1) deportados a cárceles francesas, a los que se niega autonomía política para que nuestras empresas mineras puedan seguir atiborrándose de níquel allí? Tenemos que asegurarnos un lugar bajo el sol para los nuevos mercados del automóvil eléctrico y las tecnologías verdes.

Por eso también hemos puesto nuestros ojos en un nodo de interconexión de fibra óptica, un eslabón esencial en la reestructuración capitalista y la guerra tecnológica en curso.

Detrás de la celebración de los atletas que corren hombro con hombro, se acumulan las bombas de la guerra mundial. Detrás de cada sonrisa deportiva, un canino colmilludo; detrás de cada medalla, la miseria y la ruina.

Los atentados ya han empezado a cantar contra estos cínicos festejos.

En el estadio como en la vida, hagamos un movimiento de resistencia.

Algunos deportes malos


(1) Canaco se refiere al pueblo Kanak de Nueva Caledonia, archipiélago en el océano Pacífico que es colonia francesa desde 1853, siendo oficializada recién en  1946. Durante este año se han registrado importantes revueltas, provocando el encarcelamiento de un gran número de integrantes del pueblo Kanak.