¡A nuestros compañeros nunca los olvidamos, Juan libre, abajo la POlGAI!»
El proximo 16 de julio, a las 9.30, comenzará en el tribunal de Brescia un enesimo proceso contra nuestro amigo y compañero Juan Sorroche. La acción de la cual es acusado es un ataque explosivo ocurrido en el 2015 en la misma ciudad contra la POlGAI, una estructura en la cual se entrenan las policías de varios países a las técnicas de antidisturbios y contraguerrilla.
Cuando los dispensadores del terror de Estado ven devolver una pequeña parte de su violencia, la policía política y el poder judicial trabajan incansablemente para encontrar a los responsables de una tal afrenta – ¡nadie ose contrastar el monopolio burgués y estatal de la violencia! –, al punto que es la tercera vez que Juan viene investigado por la misma acción.
¿Cuál es la máxima expresión del monopolio estatal de la violencia? La guerra. Y mientras los diversos complejos científico-militares-industriales nos estan arrastrando hacia la tercera guerra mundial -de la cual el genocidio en curso en Gaza es el capítulo más emblemático y brutal-, las retaguardias de esta movilización total deben permanecer pacificadas. Por esto el apretón represivo contra cualquier práctica de lucha no simbólica (pensemos en el drástico aumento de las penas por los cortes de carreteras y por las acciones de contraste a las obras de construcción de las Grandes Obras). Por esto los porrazos contra los estudiantes o las represalias patronales-judiciales contra los porteadores. Por esto las prohibiciones en caso de huelga. Por esto las continuas investigaciones contra compañeras y compañeros. Por esto el 41 bis aplicado a Alfredo Cospito. Por esto el ataque a las ideas y a las publicaciones anarquistas.
En tiempos de guerra se acaban las pantomimas garantistas. El Estado muestra su hocico y su mazo. Los límites entre el frente externo y el frente interno se hacen cada vez más difuminados; el inmigrante en lucha se confunde con el antagonista , los levantamientos en los suburbios estimulan a los movimientos antimilitaristas en las entrañas de la bestia, a las protestas en los campus universitarios corresponden las resistencias en los territorios golpeados por la furia extractivista del capital.
He aquí un ejemplo de estos entrelazamientos globales: en la misma sección especial de la prisión de Terni donde desde hace años Juan (y desde hace varios meses también Zac), desde el pasado enero esta recluido el prisionero palestino Anan Yaeesh.
Aunque si la resistencia liderada por Anan en los territorios palestinos sea legítima incluso bajo el papel de desecho del Derecho Internacional; aunque si es de todos conocido que en las carceles israelís se practica sistemáticamente la tortura contra los prisioneros palestinos, el ministro de la Justicia italiano ha aceptado la petición de extradición de Anan por parte del Estado de Israel, mientras la resistencia armada contra el colonialismo sionista -hoy abiertamente genocida- para los jueces italianos se convierte en «terrorismo», la misma acusación con la cual se encuentran en la carcel también los palestinos Ali y Mansour, la misma acusación lanzada contra Juan por la acción contra la POlGAI. Recordamos entonces que esta estructura está activa en Brescia desde el 1974 (año de la masacre de Plaza de la Loggia) y que en sus locales se entrena también la policía israelí. Y recordemos que en la provincia de Brescia (Ghedi) se encuentra un centro fundamental de ese imperialismo occidental activamente cómplice de la masacre sin fin del pueblo palestino: una base de la OTAN en la cual estan hacinadas bombas nucleares en grado de desintegrar poblaciones enteras. El círculo se cierra.
Es importante estar al lado de Juan contra este nuevo intento de enterrarlo en prisión. No sólo por solidaridad a un compañero que siempre ha dado una contribución generosa a las luchas. Sino también como ocasión para relanzar las iniciativas contra el terrorismo de Estado, contra el genocidio en Palestina, contra la guerra global, su economía, su logística, contra la represión y por el fin del 41 bis. La solidaridad con Juan – y con los demás compañeros y compañeras en prisión – es para nosotros parte de la movilización que se debe construir para el futuro proceso contra Anan, Ali, Mansour.
Por una Intifada mundial de las oprimidas y de los oprimidos. Para transformar la guerra de los patrones en guerra a los patrones.
Como hemos gritado en Brescia durante las manifestaciones con motivo del cincuentenario de la masacre de Estado de Plaza de la Loggia, «¡a nuestros compañeros nunca los olvidamos, Juan Libre, abajo la POlGAI!».
compañeras y compañeros
Fuente:
//ilrovescio.info/2024/06/08/al-fianco-di-juan-per-tanti-e-tanti-motivi/