Extraído de Sans Nom, traducido por Informativo Anarquista
Incendio de cables de alta tensión: se sospecha de la ultraizquierda
Le Dauphiné, 27 de junio de 2024
Una nueva operación de sabotaje eléctrico se llevó a cabo el lunes por la noche en la región de Grenoble, según pudo saber Le Dauphiné Libéré el miércoles por la mañana de fuentes que corroboraron los hechos: en el municipio de Noyarey, se incendiaron cables eléctricos de 20.000 voltios junto al RD 1532, hechos que al parecer no se descubrieron hasta el martes por la tarde. En la noche del 12 al 13 de junio, dos transformadores eléctricos de 20.000 voltios fueron incendiados en la Avenue du Grand Sablons en La Tronche y en la Avenue de l’Europe en Grenoble, dejando sin electricidad a 2.000 hogares y comercios.
En Noyarey, los autores de este último atentado atacaron cables de fácil acceso que cruzan un pequeño arroyo, el Ruisset (o arroyo Gélinot), a la altura de un pequeño puente de la RD 1532. El incendio causó importantes daños en los cables, pero no parece que se hayan producido cortes importantes de electricidad en la zona, ni en las viviendas ni en las empresas vecinas, lo que explicaría que el siniestro no se descubriera hasta el martes por la tarde.
Volver a Lynred
Según nuestras informaciones, no cabe duda de que se trata de un acto de sabotaje, tanto más cuanto que a pocos metros de los cables dañados se encontró un cartel de bienvenida al parque empresarial Actipole con las marcas de una forma de protesta. Bajo la palabra Lynred, tachadas, figuran las palabras «Palestina Kanaky libre». Mientras que la defensa de Palestina y de Kanakia («Kanaky» es el nombre dado a Nueva Caledonia por el movimiento independentista) son causas defendidas habitualmente por numerosas organizaciones de izquierda y de extrema izquierda, Lynred hace referencia a una empresa cuya sede se encuentra a 1,5 kilómetros al norte del pequeño puente sobre el RD 1532, en la comuna de Veurey-Voroize.
Alimentación eléctrica
En marzo de 2022, esta empresa suministradora de componentes electrónicos -especialista europea en detectores de infrarrojos- fue señalada por el medio online Disclose, que reveló que Francia había seguido entregando tecnología militar de muy alto nivel a Rusia entre 2015 y 2020. Uno de los beneficiarios de estos contratos fue Lynred, una empresa apoyada con fondos públicos. Contactada por Le Dauphiné Libéré, la empresa declaró que «no se han firmado nuevos contratos con Rusia desde el embargo de 2014″. En materia de exportación, Lynred respeta estrictamente las normas del Ministerio de Defensa».
Es probable que los autores del sabotaje, que conocían el fácil acceso a esta línea de 20.000 voltios protegida por gruesos tubos, intentaran así perjudicar a Lynred atacando su suministro eléctrico. Sin embargo, hasta el miércoles no había ninguna información que indicara que la empresa se hubiera visto afectada por una interrupción de su suministro.
Los atentados se toman muy en serio
Los investigadores de la Gendarmería no dudan en establecer paralelismos con los atentados de abril de 2022 en la región de Grésivaudan. Hace dos años, una serie de actos de sabotaje de instalaciones eléctricas atribuidos a grupos libertarios tuvieron como objetivo una subestación de RTE en Froges, líneas eléctricas bajo el puente Brignoud que cruza el Isère entre Villard-Bonnot y Crolles, y después una subestación de fuente de alta tensión de Enedis en Meylan. Las principales empresas de alta tecnología de la zona de Crolles e Inovallée, uno de los principales parques tecnológicos de la región de Grenoble, parecían ser los principales objetivos de los activistas.
Es probable que este nuevo caso se una a la investigación judicial abierta en Grenoble sobre estas y otras acciones anteriores, que nunca han sido esclarecidas. Según nuestras informaciones, en un momento de gran inestabilidad política, estos atentados están siendo tomados muy en serio por las autoridades y los servicios de inteligencia, que temen que se produzcan más ataques de este tipo en las próximas semanas y meses.
Atacar las líneas eléctricas: un clásico de la acción directa
Le Dauphiné, 27 de junio de 2024
En los últimos siete años, los ataques a infraestructuras eléctricas atribuidos a la ultraizquierda, y más concretamente a la nebulosa libertaria, se han multiplicado en la región de Grenoble. Los incendios de transformadores eléctricos de la noche del 12 al 13 de junio de 2024 en La Tronche y Grenoble causaron importantes daños a numerosos habitantes y comercios. Además, el incendio del puente Brignoud, en abril de 2022, tuvo repercusiones de gran alcance: para privar de electricidad a STMicroelectronics y Soitec, los saboteadores incendiaron también el tablero del puente. Las decenas de miles de personas que utilizaban el puente sobre el Isère se vieron obligadas a realizar un considerable desvío dos veces al día hasta su reapertura a los vehículos en diciembre de 2022.
También en abril de 2022, se incendió una subestación de RTE en Froges (que suministra a STMicroelectronics, entre otras empresas), así como una subestación de fuente de alta tensión de Enedis en Meylan, que suministra a Inovallée, el principal parque tecnológico de la región de Grenoble. Recordemos también el incendio provocado de un garaje de Enedis en Seyssinet-Pariset en enero de 2020: una decena de vehículos pesados y un hangar en la avenida de la República fueron destruidos por las llamas, siendo reivindicada la acción por un grupo de ultraizquierda en una plataforma de colaboradores cercana a los círculos anarquistas y anticapitalistas.
Violencia reivindicada como legítima
La razón principal por la que las infraestructuras eléctricas son atacadas con tanta frecuencia por grupos de anarquistas es que estas acciones directas permiten golpear a las empresas objetivo de forma indirecta, ya que un ataque directo probablemente se considera demasiado arriesgado o imposible debido a las medidas de protección y seguridad establecidas por estas empresas. Aunque el caso de Lynred difiere ligeramente de los otros objetivos de la ultraizquierda en que esta empresa era más específicamente sospechosa de seguir suministrando equipos a Rusia tras la invasión de Crimea en 2014, la base ideológica común a estas acciones es la lucha contra las tecnologías avanzadas, vistas como herramientas de esclavización.
Desde las primeras batallas libradas en la década de 2000 contra la construcción de Minatec (acrónimo de micro y nanotecnologías) en Grenoble hasta los sabotajes destinados a cortar el suministro eléctrico a STMicroelectronics, pasando por el incendio del Centro de Cultura Científica, Técnica e Industrial de Casemate (CCSTI) en 2017 y los repetidos ataques contra instalaciones y equipos de Enedis, se apunta a los avatares tecnológicos de una sociedad percibida como avasalladora.
Se trata de una forma de violencia que, como afirman los autores de estos ataques en Internet, se justifica generalmente por la convicción de que esta violencia no es más que una respuesta a la violencia más perniciosa y, a sus ojos, omnipresente a la que les somete la sociedad: la desigualdad, el capitalismo, la dictadura del trabajo y de la tecnología, el sexismo, la sumisión a las élites producidas por la democracia y la empresa.