Hoy a 22 meses de prisión enfrento una condena de 16 años por enfrentar apunta de pistola a la policía y mi detención, previo a 17 meses de prisión preventiva y una temporada en clandestinidad. En todo esto es necesario ver la importancia de la coherencia de nuestras acciones incluso desde lo más mínimo en nuestro cotidiano ya que nuestros valores que desde lo ilegal abrazamos en contra del orden imperante nos definen como personas integras y rebeldes. Empiezo esta nueva etapa con las ideas claras esas mismas que me impulsan día a día para despertar en un nuevo día digno mirando en alto todo tras la dureza de los muros donde solo nos encontramos quienes orgullosamente venimos de origen popular y poblaciones. Hoy con un poco de nostalgia veo la realidad que acontece y que de rebote me llega a la retina fuera de los muros sin embargo guardo cada momento en el cual puede en conjunto con mis compañeros aprender de la vivencias que desde antaño entregaron distintas generaciones en base a la complicidad y humildad. Nada está acabado pues la tarea sigue al aportar siempre de manera concreta, quien vive luchando camina abriendo caminos donde sea y como autónomos e ilegales ese es nuestro horizonte.
Quiero aprovechar de enviar mis respetos en estás palabras a cada compañerx que resiste con claridad y enfoque tanto dentro como fuera de la prisión. Agradezco también a mi círculo íntimo por estar en pie de guerra junto a mi.
Tomás González Quezada preso subversivo desde la Ex penitenciaria G7.