Comienzo estas palabras, enviándoles calurosos abrazos a todxs quienes se hacen participes de esta instancia. Ya sea organizando, preparando, tocando, asistiendo, etc. Gracias por hace una vez más, viva la solidaridad.
Solidaridad, que manifestada en diversas formas e iniciativas, siempre es un gesto fraterno que dentro del frío y hostil encierro, entibia el corazón. Cada actividad, cada carta, cada panfleto, cada barricada, llega como un soplo de libertad hacia nuestrxs cuerpxs prisionerxs. Porque a pesar de que se busquen enajenarnos y someternos, nuestras mentes siguen libres, nuestros ideales más firmes que nunca, y no transitamos solxs, transitamos en compañia de todx quien propague la liberación animal-humana como estandarte.
El llamado es único y vital, acción directa permanente, de manera multiforme. Que no haya espacios para el conformismo ni pasividad. A mantener el conflicto latente en el cotidiano.
Guerra contra lo existente.
Liberación animal-humana total.
Sin conciliación, sin arrepentimiento.
Ante las industrias del sufrimiento, sabotaje e incendio.
A 10 meses de encarcelamiento, firme y orgullosa.
Itamar Díaz.
Carcel de San Miguel