(Recibido al correo informativoanarquista@riseup.net)
Con fusiles y obligadxs, así se valida la democracia.
El domingo nuevamente presenciamos un nuevo episodio de lo que es este
proceso constituyente, iniciado con «el pacto de paz» del 2019, donde se
escribirá el libro que pretende decidir por nuestras vidas en los quien
sabe cuántos años más, el libro en el que se reflejará la mezquindad de
los ricos y la garantía de sus negocios y formas de producción.
Nuestra confianza jamás ha estado puesta en la clase política.
Escasamente se afectan nuestras condiciones de vida si la constitución
fuese progresista o reaccionaria, puesto que en el caso que sea, lo que
realmente importa es como escribir una constitución que garantice la
permanencia de los grandes negocios de los ricos de este país.
ESTA Y LAS ULTIMAS ELECCIONES NO SON PARTE DE NUESTRAS DERROTAS.
Los resultados del día de domingo, son consecuencia del asqueo hacia la
clase política, traducido en indiferencia. De la ideología afín a los
grupos económicos que, a través su monopolio comunicacional, sus
periodistas y noticias tendenciosas al miedo y la falta de seguridad,
han naturalizando las ideas fascistas y conservadoras de la
ultraderecha, dándole voz y tribuna. También es resultado del
descontento hacia este gobierno, ¿y cómo no?, si Boric jugó con las
esperanzas, consignas y reclamos de todo un pueblo para finalmente
seguir labrando el camino del empresariado.
La derrota de la revuelta fue firmada el 15 de noviembre del 2019, entre
políticos de izquierda y de derecha, asustados y por tanto aunados como
gremio, con el propósito de canalizar el descontento del pueblo
expresado mediante una revuelta desatada que se extendía por semanas. El
“acuerdo por la paz” fue un medio para comenzar a establecer la paz en
las calles y conseguir ahogar las instancias de autonomía, lucha y poder
de decisión que estaba creciendo en diferentes territorios y asambleas.
La realidad nos ha enseñado que la vía institucional nunca nos dará
nada. ¿Cuándo se ha visto a la burguesía entregado beneficios, mejoras,
derechos o libertades a lxs explotadxs, así, de buena y transparente
voluntad? Nunca. Las victorias, grandes o pequeñas, históricamente han
venido de los pueblos en lucha y jamás de sus opresorxs.
Solo basta con leer las paredes y vislumbrar las miserias de nuestra
época, un escenario precario de jubilaciones miserables, de
encarecimiento de la vida, del endeudamiento y crédito, de la
explotación de la tierra, de la mercantilización de animales, del
aumento de las leyes represivas, del narcotráfico, de la muerte en
listas de espera, de las condiciones para estudiar, de la escasa
accesibilidad a la vivienda, del avance de las forestales y proyectos
inmobiliarios que destrozan bosques, costas, ríos y montañas, del estado
de excepción en el Wallmapu que se extiende, de la flexibilización
laboral y del gran número de compañerxs de lucha presxs, arriesgando
condenas irracionales. Ante esta adversidad pensamos que el ejercicio
de organización y coordinación de voluntades y fuerzas antiautoritarias
se torna indispensable para levantar instancias dónde luchar y practicar
la anarquía.
Nuestro proyecto político es antagónico a este proceso constituyente y
todos sus esfuerzos institucionales a los que nos obligan a participar
cercadxs en la democracia policial. Nuestra apuesta es por la libertad y
la autonomía, compartiendo entre las comunidades en lucha todas las
herramientas y experiencias que tenemos; las prácticas anarquistas, y
así ganarle cada vez más terreno al estado, a los políticos y al
capitalismo.
No nos caben dudas de que los dueños del poder volverían a temblar si
las esperanzas no estuviesen puestas en sus procesos democráticos y
estuviesen puestas en proyectos y organizaciones autónomas y
anticapitalistas que desarrollen una vida de relaciones horizontales y
solidarias contrarias al modelo capitalista y patriarcal.
Es un momento difícil y nuevo para nosotrxs, tenemos un desafío;
repensar una anarquía para nuestros tiempos y contexto para transformar
nuestra realidad. Tenemos la experiencia de un octubre en revuelta,
tenemos el ejemplo de los pueblos alzados del mundo, el ejemplo del
weichan de nuestrxs hermanxs mapuche, tenemos los relatos vivos de lxs
compañerxs en armas que se enfrentaron a la dictadura, tenemos nuestra
propia historia de anarquismo de acción que nos hace extender la acción
directa contra el poder en todas sus formas, porque nuestro horizonte y
esfuerzo seguirá siendo la revolución anarquista.
Ante el avance del fascismo y la represión no hay más alternativa que
organizarnos y luchar
Contra el estado, por la anarquía
red de lucha y propaganda