Hasta el último aliento. El caso de Alfredo Cospito y Anna Beniamino

Desde el 20 de octubre de 2022, Alfredo Cospito, anarquista individualista de 55 años encarcelado desde hace años por diversas acciones que ha reivindicado públicamente, está en huelga de hambre contra el régimen penitenciario de los 41 bis y la hostil cadena perpetua a la que está sometido desde hace varios meses.

La suya no es sólo una protesta personal, sino una batalla política contra el 41 bis y la cadena perpetua en general, una batalla que declara que le gustaría continuar de diferentes formas si estas medidas fueran revocadas y que, de no ser así, continuará hasta las últimas consecuencias.

Alfredo Cospito y Anna Beniamino han sido acusados de participar y organizar una serie de atentados en Italia con explosivos rudimentarios a principios de la década de 2000, acciones que causaron daños menores, ningún muerto ni herido. Su participación en estos atentados nunca se ha probado de forma directa y convincente, ni ha sido reivindicada por ellos.

Sin embargo, por estos hechos fueron condenados inicialmente por el delito de «masacre común» a 15 años de prisión, precisamente porque sí cometieron una masacre, pero sin víctimas ni heridos… Pero el delito fue reclasificado posteriormente por el Tribunal de Casación como delito de «masacre contra la seguridad del Estado», uno de los más graves del código penal, que conlleva una pena fija de cadena perpetua.

El 41 bis, también conocido como «carcere duro», un régimen particularmente aflictivo, creado para luchar contra la mafia en 1992 y ampliado en los años 2000 a las organizaciones terroristas, es un régimen sobre cuya constitucionalidad, la forma en que se aplica y su ampliación a las llamadas organizaciones terroristas, son objeto de importantes dudas por parte de numerosos juristas.

Alfredo Cospito es el primer y único anarquista al que se le han aplicado estas medidas de detención en Italia.

El documental intenta reconstruir los hechos por los que Alfredo Cospito, a través de su huelga de hambre, como preso anarquista emprendió una batalla contra el Estado italiano cuya desproporción y posibles resultados están a la vista de todos, ante la casi total indiferencia de las instituciones italianas.

Hasta la fecha Alfredo ha perdido 40 kilos y se acerca peligrosamente a ser un esqueleto.

DOCUMENTAL ORIGINAL: STREEN

SUBTÍTULOS Y TRADUCCIÓN: ANARQUÍA.INFO