(Alemania) Historia de las técnicas de investigación más información actualizada sobre lxs dos detenidxs en el caso contra el periódico «Zündlumpen» en Múnich

Extraído de Sans Nom y traducido por Informativo Anarquista


¿Policias y ladrones? Historia de las técnicas de investigación + información actualizada sobre lxs dos detenidxs en el caso contra el periódico Zündlumpen en Múnich

Encarcelado por publicar un periódico anarquista

A continuación vamos a contarte la desgraciada empresa que ocupó durante dos años al Servicio de Protección del Estado de Múnich: ¿cómo demonios se las arreglaron para hacerse con la sangre de la compañera anarquista N., con el fin de extraer su ADN? La policía bávara no escatimó gastos ni esfuerzos para llevar a cabo esta operación, y algunos de los métodos que emplearon pueden ser de su interés. Al final del texto encontrarás también una lista de otras medidas de investigación utilizadas por la policía de Múnich durante esta investigación.

Recientemente, el 26 de febrero de 2025, la compañera anarquista N. y el compañero anarquista M. fueron detenidos. La orden de detención inicial fue emitida con el cargo de conspiración criminal, por publicar (con otra persona) el semanario anarquista Zündlumpen [2019-2021]. Más detalles sobre estos cargos se pueden encontrar aquí: Detención de anarquistas y allanamientos de domicilios en Múnich (8 de marzo de 2025)

¿Qué es la policía?

Se podría decir que la policía no es más que una fuerza militar que ocupa permanentemente un territorio particular y que, además, intenta proyectar su poder a través del espacio (y del tiempo) utilizando herramientas tecnológicas.

Nuestros estimados inspectores Obermaiers, Findeisens, Unglaubs y Rinds lo han entendido perfectamente, participando en el grupo de lectura conocido como «EG Schrift» [» Grupo Especial de Investigación de Escritura»], que sin duda ha sido instructivo para ellos. Pero probablemente no haya nadie que lo haya entendido mejor, hasta el punto de haber conseguido engañar a escuadrones enteros de policías durante años, como los famosos «héroes populares» bávaros. Todos ellos eran ladrones y cazadores furtivos, como el bávaro Hiasl o el bandolero Kneißl, por no hablar de todos los paisanos que desertaron durante los primeros levantamientos revolucionarios contra las autoridades (bávaras). Pero no son sólo estas célebres figuras de una época ya olvidada las que siguen escapando a las garras de los esbirros de la (renovada) dinastía bávara, exponiéndolas más o menos despiadadamente al escarnio público.

Porque creemos que vale la pena recordar los momentos más modestos, casi cotidianos, de este enfrentamiento eternamente antagónico entre la autoridad y los individuos rebeldes, vamos a reconstruir aquí uno de esos momentos, basándonos en los expedientes policiales de los procedimientos calificados de «Zündlumpen», para todxs aquellos a lxs que, como a nosotrxs, les gusta ver a la policía frustrada, aunque al final la balanza parezca haberse inclinado a favor del poder del Estado.

¿Policías y ladrones?

Es el año 2022, en Múnich y sus alrededores. En una mañana gris de primavera, la policía allana cuatro domicilios de anarquistas, tres sótanos, una imprenta y la biblioteca anarquista Frevel. Buscaban a tres personas y todo tipo de documentos. La acusación era la de organización criminal, ya que la redacción del semanario anarquista Zündlumpen, según la fiscalía bávara, entraba en esta categoría. Detuvieron a dos de lxs buscadxs y tuvieron que perseguir al tercero desde hace casi dos años. Porque lo que quieren estos lacayos del Estado es sangre, al menos en forma de ADN. Por supuesto, no se puede aceptar de buen grado un ataque así. Así que el hecho de que la persona buscada, llamémosla N., no respondiera a una solicitud para tomar una muestra de ADN «no burocrática» probablemente no sorprendió a los sabuesos de la fiscalía antiterrorista. El intento de evitar la toma de una muestra de ADN por medios legales puede parecer más extraño, ¡pero siempre vale la pena intentarlo!

Otra sorpresa: al parecer, los policías esperaron a ver el resultado de este intento antes de lanzarse a la ansiada caza. Primero probaron el método más barato: enviar a sus colegas del cuartel más cercano a pasar por el piso de N una vez por noche, a horas irregulares. Por ejemplo, debían comprobar si N estaba en casa mirando su auto. Sin éxito, ya que el auto no estaba estacionado fuera del domicilio. Sin embargo, las patrullas no pasaron desapercibidas. No es de extrañar, ya que se trata de patrullas.

Siguiente intento: los agentes de Protección del Estado (Staatsschutz) se limitan a llamar al timbre. Nadie abre la puerta. Les habría gustado entrar a la fuerza, pero no tenían práctica. En su lugar, y esto sólo tiene sentido en el cerebro de un policía, registran la casa del vecino. N. no está. Así que vuelven. Esta vez los agentes de Protección del Estado van acompañados por el propietario. Éste les abre la puerta, pero N. no está. Sin embargo, se mantuvieron en contacto con el propietario, que estaba dispuesto a cooperar y que informó a la policía con regularidad de las horas de presencia (observadas) de N., además de recabar información de los vecinos y transmitírsela a la policía. Pero eso tampoco funcionó.

La policía sospecha que N. debe tener otros lugares a los que ir, y como parte de la investigación hasta ahora ya han analizado los movimientos y transferencias de su cuenta bancaria en los últimos 8 años (¡!), también preguntan a todas las posibles empresas de venta por correo si conocen alguna nueva dirección de entrega. También preguntan sistemáticamente a empresas como PayPal, Ebay y otras si N. tiene cuenta en ellas y, en caso afirmativo, qué direcciones de contacto constan en sus archivos. También se pide a Deutsche Bahn y FlixBus información sobre los hábitos de viaje de N. y, por supuesto, ya se han iniciado registros en todo el espacio Schengen(1) contra N. y su presunto acompañante (a quien la policía busca oficialmente por una multa impagada de 10 euros y porque no ha cumplido ninguna pena alternativa).

A un policía avispado también se le ocurrió pedir las listas de participantes en los cursos de la antigua escuela de formación profesional de N, presumiblemente para comprobar posibles contactos; una petición que tomaron la precaución de respaldar con una orden de registro y una carta del fiscal antiterrorista («Oficina central de lucha contra el extremismo y el terrorismo», podía leerse en el membrete, de forma descarada y deliberadamente intimidatoria). Pero nada de esto ha arrojado la luz necesaria.

Próximo intento: ZKÜ, es decir, vigilancia del uso de tarjetas de pago en cajeros automáticos, etc. La vigilancia de las telecomunicaciones que ya se estaba llevando a cabo en ese momento fracasó porque el teléfono móvil vigilado no se estaba utilizando. Sin embargo, con la vigilancia de su tarjeta bancaria, esperaban poder sacar provecho de los ingresos regulares en efectivo efectuados por N. (anotados en los extractos de cuenta). Así pues, se envió una carta al banco, discretamente encabezada «Oficina central de lucha contra el extremismo y el terrorismo». En él se estipula que la policía debe ser alertada cada vez que se utilice la tarjeta bancaria de N., y en tiempo real. También sería útil que el banco restringiera las transacciones en línea y sólo cerrara la cuenta de N. una vez que la investigación hubiera concluido con éxito, añaden alegremente los policías.

Los investigadores intentaron entonces establecer patrones de retirada de efectivo para interceptar a N., pero sin éxito. Además, las patrullas enviadas a las sucursales bancarias eran al parecer siempre demasiado lentas, y nunca consiguieron atrapar a N.

Por ello, los investigadores volvieron a escribir al banco, esta vez preguntando si era posible reducir el importe autorizado para las retiradas, con la esperanza de obligar a N. a acudir a la ventanilla y ganar así más tiempo de su parte para intentar una detención en la sucursal. El banco cooperó, pero N. intuyó la trampa y aumentó la cantidad que podía retirar, a través de la interfaz de banca en línea. Gracias a que esto funcionó, sus sospechas se disiparon. Pero eso no ayudó a la policía.

Mientras tanto, también hacían todo lo posible por cortarle el suministro. N. recibe regularmente una ayuda social del Estado, conocida como «Bürgergeld» [ayuda para los más pobres]. Así que los detectives fueron al Jobcenter y se aseguraron de que a N. no le renovaran la ayuda social. Con un pretexto, por supuesto, como anotan alegremente en el expediente. Pero también significaría -uno se pregunta si estos chicos listos lo tuvieron en cuenta- que habría una razón menos para que N. fuera al banco, ya que no quedaba nada que retirar de su cuenta.

Era entonces el momento de que los policías pasaran a su siguiente movimiento: vigilar las telecomunicaciones de los padres de N. En un mundo tan saturado tecnológicamente como el nuestro, ésta es una poderosa forma de infiltrarse en las relaciones entre las personas. Hoy en día, lo que dos personas hablan puede ser fácilmente escuchado por mirones profesionales e informadores patrocinados por el Estado. E incluso si nosotros mismos evitamos estos medios tecnológicos de comunicación, rara vez podemos estar seguros de que todos nuestros contactos evitarán hablar de nosotros en estas relaciones mediadas, y no revelarán los detalles más íntimos de nuestras vidas.

Sin embargo, los perros liberados de sus cadenas van a seguir encontrando dificultades: debido a la grabación del número de teléfono móvil de la madre de N con el nombre escrito al revés -¿o era sólo una coma? – hubo que utilizar otro artilugio técnico para detectar su línea: el IMSI-Catcher (2). Una vez en casa de la madre de N, la segunda vez en su lugar de trabajo. Y ahí lo tienen: combinando estas dos misiones, pudieron establecer una vigilancia. Un simple vistazo en la guía telefónica podría haber sido suficiente.

A partir de ahora, la policía escuchará las conversaciones entre la madre de N y todos sus posibles contactos. En una ocasión, extrajeron de una conversación entre ella y una amiga la información de que N. pasaba a menudo la noche en el bosque. También había planes para que N. visitara a sus padres en Navidad. Así que, una vez más, la policía hará horas extras durante las fiestas.

Un equipo del MEK [Mobiles Einsatzkommando, fuerzas especiales de la policía alemana] se apostará entonces frente al domicilio de los padres de N y lo observará mientras se marcha a una nueva residencia temporal. Qué puedo decir, salvo que la policía se lleva el mérito en este caso. Se sienten fuertes. La vigilancia siguió los días tercero, cuarto, quinto y sexto, y así sucesivamente. Pero no hubo intervención. Pero el decimoquinto día, N. se escapó de los observadores y no apareció por ninguna parte. ¡Qué mala suerte! ¿O habían apostado demasiado fuerte?

Entonces la policía confiará deliberadamente en el azar, que intentará sistematizar con patrullas rutinarias y constantes, y así sucesivamente. Porque sabemos, al menos entre los dirigentes de esta asociación, que el día a día burocrático de los funcionarios, pero sobre todo el pensamiento unidimensional exigido en la contratación, elimina cualquier destello personal de brillantez o genio inquisitorial, y que sin esta multiplicación institucionalizada de la serendipia, apenas habría más que un puñado de éxitos policiales que registrar. Así fue como, en febrero de 2024, se produjo una de esas casualidades en nuestra historia: un agente de Protección del Estado -¿de dónde salió? – reconoció a N. en la calle y envió una patrulla para realizar un control. Siguió un intento de fuga, que desgraciadamente fracasó. Y así, al cabo de dos años, los cazadores obtuvieron su sangre, o más bien, en este caso, un fluido corporal un poco más vulgar: la saliva.

¿Cómo dar con los escribas?

He aquí otras pistas que siguen los investigadores tras los registros de 2022 en el marco del procedimiento contra el semanario Zündlumpen:

– Las cartas privadas encontradas en pesquisas fueron analizadas por expertos y comparadas con el estilo de escritura de Zündlumpen;

– Se analizaron copias recuperadas de ediciones de Zündlumpen para determinar su método de impresión;

– Se entrevistó a propietarios, residentes y conserjes para averiguar quién/quiénes utilizaban cada local, y si se había notado algo (al mismo tiempo que se sugería que echaran a cualquier anarquista indeseable…);

– Se analizaron extractos de cuentas de hasta ocho años para ver si se había comprado material de imprenta o incluso, posiblemente, literatura anarquista. O si había ocurrido algo extraño en la cuenta… ;

– Se ha contactado con antiguos empleadores para obtener, si es posible, muestras de textos para comparar.

– ¡Intento de censurar números de Zündlumpen de archive.org (!) e interrogar al sitio web para obtener información (sin éxito);

– Elaboración de una caracterización de los acusados, titulada «Pensamiento ideológico y vida anarquista»;

– Recogida de rastros de ADN y huellas dactilares de objetos expuestos, como folletos/libros, puertas, tazas, máquinas de imprimir y mucho más…;

– Análisis caligráficos para comparar textos privados con cartas seudonimizadas;

– comparaciones de textos e imágenes entre los textos e imágenes encontrados durante la búsqueda y los textos e imágenes publicados en el periódico Zündlumpen;

– análisis de contenido para determinar si los textos privados coinciden con los textos publicados en el periódico Zündlumpen y podrían proporcionar pistas sobre lxs autorxs;

– Análisis generales del contenido y la «ideología» de los textos, periódicos, folletos, etc. encontrados (en total, se incautaron cientos de folletos y periódicos);

– Análisis de los metadatos de las imágenes encontradas;

– Siempre que es posible, se inicia un «procedimiento auxiliar» para los denominados «hallazgos fortuitos».

Actualización y solidaridad

Lxs anarquistas N y M llevan casi un mes en prisión, acusados de conspiración criminal (junto con otra persona) por crear el periódico anarquista Zündlumpen. N está encarcelada en la prisión de mujeres de Aichach (cerca de Augsburgo), M sigue encarcelado en Stadelheim. A N todavía no se le permite llevar ropa privada y debe seguir vistiendo el uniforme de la prisión, mientras que a M ya se le permite llevar ropa privada en la prisión de hombres de Stadelheim. El traslado de la compañera anarquista N a una prisión provincial [Aichach está a 70 kilómetros de Múnich] es una medida represiva más, ya que ahora está aún más alejada y aislada, y las visitas de sus familiares se hacen aún más complicadas.

Acaba de tener lugar una revisión del encarcelamiento de M, durante la cual lamentablemente se prorrogó su detención preventiva. En breve se realizará una revisión de la detención de N.

Hasta ahora, tenemos pocas noticias o información sobre las condiciones en las que N y M están detenidxs, ya que las restricciones en las cárceles bávaras son especialmente represivas.

Por eso es tan importante que muestres tu solidaridad.

Si quieres escribir cartas, escribe a solidaritaet-mit-n-und-m [at] riseup.net y te enviaremos su dirección.

Notas de la traducción:

1- El espacio Schengen es una zona de libre circulación entre varios países europeos que suprimieron los controles fronterizos entre ellos. El nombre proviene del pueblo de Schengen, en Luxemburgo, donde se firmó el acuerdo en 1985.

2- El IMSI-Catcher es una herramienta de vigilancia que actúa como una antena de telefonía móvil, capturando identificadores IMSI (International Mobile Subscriber Identity) de dispositivos cercanos. En la última reforma a la Ley Antiterrorista en Chile, su uso en materia de investigación fue aprobado.