La futura distopía de una vida totalmente controlada por las ciudades inteligentes, el 5G, donde tu nevera se comunica con tu móvil o una farola, y los supermercados te ofrecen todo lo que pides en las (anti)redes sociales ya está aquí. Todo está cada vez más conectado y todo está siendo monitoreado. Es un futuro en el que las personas estarán controladas por la inteligencia artificial del gran capital: big data y aprendizaje automático. Cualquier información que recopile el capital se comparte con el estado. La tecnología significa represión, chantaje y control social total.
Al mismo tiempo, la guerra ecológica por los recursos plutocráticos llamada energía verde no es más que una nueva forma de esclavitud en otros continentes, lo que permite que el capitalismo occidental sea lo más independiente posible de los países productores de gas o petróleo rusos. Todo esto es otra nueva gran etapa del capitalismo, el capitalismo verde. Es la explotación de la crisis climática y la extinción biológica por parte del capital y el estado.
Cuando el gobierno de Nueva Democracia llegó al poder, inició una mejora sin precedentes del aparato represivo en número y equipo técnico. La policía se utiliza como solución a todos los “problemas”: la pandemia, las universidades, manifestaciones y protestas de todo tipo, la gentrificación de Atenas. La policía es el remedio número uno para todo.
Todo lo anterior se condensa en el memorando de entendimiento entre el gobierno de Nueva Democracia y Volkswagen con el objetivo de convertir a Astypalaia en la primera isla inteligente, un laboratorio que lleva a los habitantes a convertirse en conejillos de indias del futuro distópico. El contrato comenzó en septiembre de 2021 y tiene como objetivo reemplazar gradualmente los vehículos convencionales de la isla por vehículos eléctricos. El proyecto está siendo retratado por los principales medios de comunicación como un salto tecnológico que beneficiará al medio ambiente y a los residentes. En realidad, por supuesto, el memorando de entendimiento no es más que otra forma de aumentar la rentabilidad y la represión a costa del entorno natural y de los habitantes. VW podrá probar vehículos autónomos en la isla en términos fuera de la estricta legislación de la UE, ganando ventaja frente a la competencia. Al mismo tiempo, se habla de instalar cientos de aerogeneradores en la isla, convirtiéndola en un centro de generación de electricidad y destruyendo por completo el entorno natural. Finalmente, uno de los primeros movimientos del proyecto fue la donación de vehículos eléctricos de VW a los asesinos batallones de asalto de la policía y la guardia costera.
La cooperación entre el sanguinario gobierno de Nueva Democracia y VW no tiene precedentes. VW tiene una larga historia de apoyo a regímenes fascistas y opresivos. Desde la Alemania nazi en la década de 1930, hasta las dictaduras militares en Brasil y Argentina, pasando por la España de Franco, VW siempre ha estado y continúa estando a la vanguardia del capital que se beneficia por encima de la dura opresión.
Por todo ello, en la madrugada del 10 de mayo visitamos la concesionaria VW en la avenida Alexandras. Nuestra intervención resultó en la destrucción de varios vehículos eléctricos nuevos y la destrucción del frontis del concesionario, sin poner en peligro a los transeúntes ni a los residentes del área. Consideramos parte integral de la anarquía reconocer a quienes lucran con la opresión, la miseria y la explotación y es nuestro deber devolver la violencia que provocan.
Dedicamos nuestra acción a los presos de la guerra social, Fotis, Iasona, Panos y Lambros, que están siendo procesados por el ataque a la policía de tráfico del Pireo.
Solidaridad con nuestros camaradas heridos Boris y Serge de la defensa ecológica militante en los territorios del estado francés.
Solidaridad con Mónica Caballero y Francisco Solar cuyo juicio en su contra comienza en unos días.
Por un Mayo Negro, en memoria del compañero Mauricio Morales, caído en combate hace 14 años.
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